Las aulas de la tercera edad deben ofrecer "cultura para la vida"
Con varias conclusiones sobre los problemas sociales, sobre aspectos sanitarios y algunas sugerencias acerca de los temas culturales terminaron en Santiago de Compostela las I Jornadas de Aulas de la Tercera Edad. «Se trata ahora -declaró a EL PAIS un portavoz- de buscar un cambio de actitud de la sociedad y de la Administración acerca de la tercera edad.»
La primera conclusión a que se llegó en las jornadas de Santiago es la de que, en el funcionamiento básico de las aulas, ha de buscarse una «cultura para vivir» que integre la tercera edad en el entorno de la sociedad actual recogiend...
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Con varias conclusiones sobre los problemas sociales, sobre aspectos sanitarios y algunas sugerencias acerca de los temas culturales terminaron en Santiago de Compostela las I Jornadas de Aulas de la Tercera Edad. «Se trata ahora -declaró a EL PAIS un portavoz- de buscar un cambio de actitud de la sociedad y de la Administración acerca de la tercera edad.»
La primera conclusión a que se llegó en las jornadas de Santiago es la de que, en el funcionamiento básico de las aulas, ha de buscarse una «cultura para vivir» que integre la tercera edad en el entorno de la sociedad actual recogiendo su pasado, centrándolo en un presente y dándole visión de futuro. «Sería interesante -se afirma en las conclusiones- estudiar profundamente esta problemática para enfocar el ámbito cultural en centros geriátricos y asistenciales en torno a objetivos concretos con programación de actividades.»El profesor francés Pierre Velas, impulsor de estas aulas en Europa y América, animó los coloquios de Santiago con diversas sugerencias y estudios que fueron muy apreciados por los asistentes a las jornadas. En el transcurso de las sesiones de trabajo, que duraron tres días, se concluyó taxativamente que la figura del animador puede ser fundamental para el buen rendimiento de las aulas. «Es necesario partir de la idea de un aula general -vuelve a ser cita textual de las conclusiones- que tenga como fin la diferencia de grupos de características comunes para llegar a la formación de grupos específicos. Para ello consideramos necesaria la gestión y participación del propio alumnado.»
El objetivo cultural de las aulas se resumiría en la idea de que «encauzando culturalmente a nuestros mayores, en lo que podíamos llamar una formación permanente de adultos a todos los niveles, su vida a nivel de comunidad y a nivel personal se modificaría favorablemente».
Desde la perspectiva social, las jornadas de Santiago recomiendan una investigación profunda del problema de la tercera edad que conduzca a su cambio de imagen y a su estricta concreción. Se pide la potenciación de la presencia de especialistas psicólogos y sociólogos en cada una de las aulas y la consulta previa a todas las asociaciones de ancianos.