La bomba de neutrones será discutida de nuevo en la OTAN

La reunión ministerial del «grupo de planes nucleares» de la OTAN, prevista para mediados de la próxima semana en Bruselas, podría servir de marco para deliberar, otra vez, sobre la necesidad estratégica para Europa occidental de aceptar el principio de fabricar la «bomba de radiación reforzada», más conocida por su denominación de «bomba de neutrones», capaz de eliminar los seres vivos, dejando intacto el resto.Hace unos meses, la polémica entre Gobiernos europeos y Washington, acompañada de múltiples manifestaciones en Europa contra la «bomba de neutrones», inclinó al presidente de Estad...

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La reunión ministerial del «grupo de planes nucleares» de la OTAN, prevista para mediados de la próxima semana en Bruselas, podría servir de marco para deliberar, otra vez, sobre la necesidad estratégica para Europa occidental de aceptar el principio de fabricar la «bomba de radiación reforzada», más conocida por su denominación de «bomba de neutrones», capaz de eliminar los seres vivos, dejando intacto el resto.Hace unos meses, la polémica entre Gobiernos europeos y Washington, acompañada de múltiples manifestaciones en Europa contra la «bomba de neutrones», inclinó al presidente de Estados Unidos a prorrogar su decisión final sobre la fabricación o no de tal arma. El retraso suponía un gesto considerable hacía la URSS, que debía responder con una moderación en su carrera de armamentos.

Según los expertos militares occidentales, el potencial militar soviético no deja de crecer, en todos sus sectores. En particular en su capacidad de tanques -cuya relación sería de tres del pacto de Varsovia por cada uno de la OTAN- estacionados, generalmente, en la línea fronteriza entre los países de la Europa: «capitalista» y los países de la Europa «socialista».

Los medios militares son partidarios de dotar a las fuerzas de la OTAN de «bombas de neutrones». El propio general Alexander Haig, comandante en jefe de las Fuerzas Aliadas en Europa (Shape), lo recuerda en todo momento. Pero, frente a la oposición de la opinión pública y las reservas de varios Gobiernos europeos, Estados Unidos pretende situar a los europeos frente a sus propias responsabilidades: si quieren defenderse de un eventual ataque soviético, que sean consecuentes con la estrategia que pasa por la «bomba de neutrones». Que la pidan. Tal sería la estrategia política del presidente Jimmy Carter.

El dilema de los «neutrones» como arma de la OTAN no figura, oficialmente, en el orden del día de la reunión del 18 y 19 de este mes del «grupo de planes nucleares» de la OTAN.

La relación de fuerzas nucleares entre el Pacto de Varsovia y la OTAN, la situación y el futuro dispositivo nuclear táctico de la OTAN en Europa formarán el principal temario de la reunión de Bruselas.

Harold Brown, secretario norteamericano de la Defensa, informará por su parte a los aliados europeos de la marcha de las negociaciones entre Washington y Moscú para la conclusión de un segundo acuerdo de limitación de los armamentos estratégicos (SALT II).

Sin embargo, parece improbable que quede al margen el tema de la bomba de «neutrones», a no ser que la celeridad de la tecnología militar y las generaciones futuras de nuevas armas nucleares hayan desplazado ya a la «bomba de neutrones» por vetusta.

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