Israel considera imposible una paz global con Egipto

El Gobierno que preside Menahem Begin en Israel no cree en la posibilidad de una paz global con Egipto. En Camp David, la delegación israelí se esforzará en conseguir un «acuerdo de paz parcial y permanente» del presidente egipcio, Anuar el-Sadat. En síntesis, éstas son las posiciones de partida de Begin, presentadas en un discurso del primer ministro israelí ante una promoción de oficiales superiores israelíes en las cercanías de Tel-Aviv.

Los observadores políticos conceden gran importancia a este discurso. En primer lugar porque ha sido pronunciado en presencia de su ministro de ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno que preside Menahem Begin en Israel no cree en la posibilidad de una paz global con Egipto. En Camp David, la delegación israelí se esforzará en conseguir un «acuerdo de paz parcial y permanente» del presidente egipcio, Anuar el-Sadat. En síntesis, éstas son las posiciones de partida de Begin, presentadas en un discurso del primer ministro israelí ante una promoción de oficiales superiores israelíes en las cercanías de Tel-Aviv.

Los observadores políticos conceden gran importancia a este discurso. En primer lugar porque ha sido pronunciado en presencia de su ministro de Defensa, Ezer Weizman, que en ocasiones anteriores ha disentido abiertamente con la política de Begin y que es partidario de mayores concesiones en el diálogo con los egipcios. En segundo lugar porque, según hemos podido saber, el discurso ha sido redactado con la ayuda del ministro de Asuntos Exteriores, Moshe Dayan.Por otro lado las tesis expuestas ahora por Begin contradicen totalmente su filosofía política mantenida hasta el momento. Begin había fustigado a los gobiernos laboristas anteriores por su política de búsqueda de acuerdos parciales. Desde su elección, hasta el presente, había proclamado abiertamente que buscaba una paz, no una «casi paz», que figurase en un tratado suscrito en buena y debida forma.

He aquí, entonces, que el actual primer ministro vuelve a las tesis laboristas que han sido la guía de los gobiernos de Golda Meir y Yitzak Rabin entre 1969 y 1967: la búsqueda de una «casi paz» con los árabes, por medio de acuerdos parciales o interinos.

Sin duda, Begin ha querido defenderse de antemano por haber adoptado una política que hasta ahora había criticado duramente. Por eso dijo firmemente que «no habrá acuerdos interinos, basados en concesiones unilaterales de Israel» y que por eso su objetivo en Camp David será conseguir el fin del estado de guerra con Egipto mediante «un acuerdo parcial permanente, mediante el cual, en ausencia de un tratado de paz, Israel y Egipto mantendrán relaciones pacíficas e intercambios comerciales turísticos».

Sin embargo, el esfuerzo de Begin para crear una distinción entre los «acuerdos parciales interinos», firmados con Egipto por los gabinetes laboristas, y el «acuerdo interino permanente», planteado en su intervención, no ha convencido a los escépticos.

El periódico popular de Jerusalén Maariu, que ha mantenido siempre cierto respeto hacia las posiciones de Begin, critica ahora severamente su nueva postura. «Si el acuerdo parcial que plantea Begin debe conducir a un libre intercambio comercial y turístico, con fronteras abiertas y pacíficas entre Egipto e Israel, y si este acuerdo debe ser permanente, ¿en qué se diferencia, entonces, de la paz global y duradera que dice que no puede ser conseguida por el momento?», señala.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En los medios diplomáticos de Tel-Aviv se considera que el discurso de Begin tiene un doble objetivo: en primer lugar, en el terreno interior, prevenir a los israelíes que no debe esperarse mucho de la cumbre de Camp David. En segundo lugar, al insistir en su plan de paz, presentado en diciembre, prevenir a sus interlocutores, el presidente norteamericano Jimmy Carter y al presidente egipcio Sadat, que Israel no volverá a sus fronteras de 1967, ni siquiera a cambio de una paz firmada solemnemente.

Archivado En