No habrá elecciones el próximo año en Bolivia
El presidente de Bolivia, general Juan Pereda Asbún, declaró que convocará nuevas elecciones en 1980, siempre y cuando se efectúen reformas a la ley electoral y al registro de votantes. En una entrevista concedida al diario The New York Times, Pereda Asbún descartó la celebración de nuevas elecciones el próximo año.Pereda puntualizó que 1979 es el centenario de la guerra del Pacífico, «en la que perdimos nuestra costa del Pacífico» y, por ello, «no debemos permitir que los políticos nos dividan cuando estamos buscando apoyo internacional para nuestro derecho al mar».
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El presidente de Bolivia, general Juan Pereda Asbún, declaró que convocará nuevas elecciones en 1980, siempre y cuando se efectúen reformas a la ley electoral y al registro de votantes. En una entrevista concedida al diario The New York Times, Pereda Asbún descartó la celebración de nuevas elecciones el próximo año.Pereda puntualizó que 1979 es el centenario de la guerra del Pacífico, «en la que perdimos nuestra costa del Pacífico» y, por ello, «no debemos permitir que los políticos nos dividan cuando estamos buscando apoyo internacional para nuestro derecho al mar».
Los principales candidatos de la oposición en las elecciones del pasado 9 de julio demandaron que las fuerzas armadas convoquen nuevas elecciones en un breve plazo de tiempo.
Pero el general Pereda señaló al Times que estaría preparado a celebrar nuevas elecciones generales dentro de dieciocho meses si la ley electoral y el registro de votantes se reforman a tiempo.
Pereda anunció el nombramiento de una comisión, o incluso una corte nacional electoral, para que estudie esas reformas. «Si las reformas -añadió- finalizan a tiempo podemos celebrar nuevas elecciones a primeros de 1980».
Aunque admitió que las pasadas elecciones fueron criticadas por «vicios y errores» el presidente boliviano dijo que representaron «un primer paso hacia el establecimiento de un Gobierno democrático en Bolivia».
El general Juan Pereda aseguró que continuará su historial sobre mejoras de los derechos humanos, que partió de su época de ministro del Interior con su antecesor, Hugo Banzer con la liberación de seiscientos prisioneros políticos y una amnistía que permitió el retorno de los exiliados.