España: tempestad bajo la calma

«(... } A los dieciocho meses de la muerte de Franco, Suárez se convirtió en una figura de extraordinaria popularidad. Un semanario publicó una foto de Suárez disfrazado de Supermán con este titulo: Suarezmán. Suárez tuvo la suerte de hacerse indispensable para la democracia española. Habría sido peligroso para la democracia, en un país que trata de recuperarse, después de cuatro décadas de dictadura personal. Pero Suárez se retiró a trabajar a puerta cerrada y las instituciones democráticas tienen ahora más importancia que las personalidades.

Hay algunos peligros para la democracia es...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

«(... } A los dieciocho meses de la muerte de Franco, Suárez se convirtió en una figura de extraordinaria popularidad. Un semanario publicó una foto de Suárez disfrazado de Supermán con este titulo: Suarezmán. Suárez tuvo la suerte de hacerse indispensable para la democracia española. Habría sido peligroso para la democracia, en un país que trata de recuperarse, después de cuatro décadas de dictadura personal. Pero Suárez se retiró a trabajar a puerta cerrada y las instituciones democráticas tienen ahora más importancia que las personalidades.

Hay algunos peligros para la democracia española. El más grave es el estado de ánimo de las Fuerzas Armadas. Las Fuerzas Armadas franquistas han aceptado con reticencias las reformas en la transición de la dictadura a la democracia, pero hubo momentos de gran tensión.

La más reciente ha sido provocada por los vascos. ETA, la Organización separatista vasca, ha aceptado la democracia del rey Juan Carlos y de Suárez con tan poco entusiasmo como la dictadura de Franco. Así, el terrorismo vasco ha aumentado. Desde las últimas elecciones parlamentarias, ETA ha asesinado a veintitrés personas, la mayoría policías. Y para que empeore la situación, parece que ETA cuenta con la simpatía de una amplia minoría de vascos.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El peligro radica en que los oficiales del Ejército, hartos del terrorismo vasco, quieran imponer el estado de guerra, con o sin el consentimiento del Gobierno, en las provincias vascas.»

, 12 julio

Archivado En