Córdoba: ocupada simbólicamente La Serrezuela

«Tenemos una situación que cambiar, y yo os llamo a que continuemos realizando jornadas como ésta, en la que se ponga de manifiesto la existencia improductiva de fincas de miles de hectáreas dedicadas a coto de caza y a criar hierbajos mientras el pueblo no encuentra una ocupación y losjornaleros un salarlo para acallar el hambre de sus hijos, es decir, mientras haya injusticias.»Tras estas palabras pronunciadas desde las escalerillas del Ayuntamiento de Posadas por el secretario provincial del SOC, Francísco Ortiz Atenciano, los concentrados, aproximadamente cien personas, se dirigieron con s...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

«Tenemos una situación que cambiar, y yo os llamo a que continuemos realizando jornadas como ésta, en la que se ponga de manifiesto la existencia improductiva de fincas de miles de hectáreas dedicadas a coto de caza y a criar hierbajos mientras el pueblo no encuentra una ocupación y losjornaleros un salarlo para acallar el hambre de sus hijos, es decir, mientras haya injusticias.»Tras estas palabras pronunciadas desde las escalerillas del Ayuntamiento de Posadas por el secretario provincial del SOC, Francísco Ortiz Atenciano, los concentrados, aproximadamente cien personas, se dirigieron con sus pancartas a la finca La Serrezuela, situada a unos kilómetros en el ruedo del pueblo y repoblada por Icona con casi doscientas hectáreas de extensión.

Más información

La Guardia Civil se situó a un kilómetro de la línea de la finca y trató de impedir el paso a los jornaleros. Su dotación de armas no era la apropiada, ya que en defecto de las propias antidisturbios sólo portaban las de reglamento. Conminaron a regresar a los campesinos, que desoyeron la orden y pretendieron llegar hasta la finca, meta que alcanzaron tras salirse de la carretera y caminar por una vereda.

Tras la asamblea que se celebró en la finca, los jornaleros abandonaron la tierra ocupada. A su paso por el control de la Guardia Civil, el sargento requirió la documentación de Ortiz Atenciano, así como la del corresponsal de EL PAÍS, quien previamente se había acreditado ante dicha autoridad en el cuartel, y se les retuvo por espacio de media hora.

En otro pueblo de la provincia ha habido también algunas acciones a pesar de la limitada organización e implantación del SOC. En la capital un centenar de afiliados al SOC cortó el tráfico de la nacional IV, siendo dispersados al cabo de diez minutos por la policía anudísturbios, fuerza que les dispersó de nuevo cuando por los arcenes trataban de llegar al Gobierno Civil.

Archivado En