La enseñanza en la Constitución

«Ahora el ataque contra la libertad de enseñanza no es frontal, es solapado. Los partidos de izquierda, al dar la batalla por la enseñanza en los recientes debates constitucionales, procuraron disfrazar sus verdaderas intenciones con una fraseología engañosa que aparentemente respeta el principio de libertad. Pero a poco que analicemos el texto del artículo veintiséis -también el veintiséis- de la futura Constitución aprobado por la comisión del Congreso, veremos claramente que esa aparente libertad es ficticia y que se nos quiere imponer la escuela única. No deja de ser sintomático que se re...

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«Ahora el ataque contra la libertad de enseñanza no es frontal, es solapado. Los partidos de izquierda, al dar la batalla por la enseñanza en los recientes debates constitucionales, procuraron disfrazar sus verdaderas intenciones con una fraseología engañosa que aparentemente respeta el principio de libertad. Pero a poco que analicemos el texto del artículo veintiséis -también el veintiséis- de la futura Constitución aprobado por la comisión del Congreso, veremos claramente que esa aparente libertad es ficticia y que se nos quiere imponer la escuela única. No deja de ser sintomático que se rechazara mi enmienda, en la que pedía que se garantizara el derecho preferente que asiste a los padres de elegir para sus hijos el tipo de educación que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Ni se quiso reconocer que el derecho de los padres tiene carácter preferente, ni se quiso re conocer tampoco que los padres puedan elegir el tipo de educación. (...)

Pues bien, en el texto aprobado por la comisión ha desaparecido el derecho a dirigir centros docentes, con lo que los particulares tienen que limitarse a crearlos para que luego sean dirigidos en régimen autogestionario o en régimen estatista.

Esta grave mutilación del proyecto constitucional está en abierta pugna con el artículo tercero del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, de 1966, que reconoce la libertad de los particulares y entidades para dirigir instituciones de enseñanza. De modo que en el texto aprobado por la Comisión Constitucional se ha sustraído un derecho que está reconocido en un pacto internacional suscrito por España.

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Los partidos de izquierda siguen mostrando, como se ve, una gran apetencia por adueñarse de la enseñanza. Ya en tiempos de la República un prohombre de la izquierda dijo que prefería el Ministerio de Instrucción Pública al de la Guerra. Lo importante para ellos es el asalto a las conciencias juveniles como trampolín para la conquista del Estado. Muy claramente lo vio Azaña cuando dijo: "El Estado se conquista por las alturas. sobre todo si admitimos que lo característico del Estado es la cultura.

La izquierda sigue queriendo imponernos, la escuela única, y para ello utiliza ahora una triple vía: eliminar de la Constitución el derecho de los padres a elegir el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos, eliminar también la libertad de dirigir centros docentes y hacer morir por asfixia económica los centros privados. Esta es, en fin de cuentas, la visión descarnada de la "libertad de enseñanza" que la izquierda nos ha impuesto, con la complicidad de UCD en la Comisión Constitucional.»

13 junio

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