"El presupuesto no aumentará más del dieciocho por ciento"

Mañana, jueves, el ministro español de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, intervendrá en la XVII Reunión del Consejo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) iniciada hoy por la mañana con la participación de los ministros de Economía y de Asuntos Exteriores de los veinticuatro países del mundo occidental que integran este organismo con sede en la capital francesa.

Como preámbulo de esta reunión y en vísperas de la visita oficial a España del presidente galo, Valery Giscard d'Estaing, el señor Fernández Ordóñez se entrevistó ayer, durante una hora, con el...

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Mañana, jueves, el ministro español de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, intervendrá en la XVII Reunión del Consejo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) iniciada hoy por la mañana con la participación de los ministros de Economía y de Asuntos Exteriores de los veinticuatro países del mundo occidental que integran este organismo con sede en la capital francesa.

Como preámbulo de esta reunión y en vísperas de la visita oficial a España del presidente galo, Valery Giscard d'Estaing, el señor Fernández Ordóñez se entrevistó ayer, durante una hora, con el ministro francés de Economía y Finanzas, René Monory. Según declaró el ministro español al final del diálogo, se trataba de establecer un primer contacto y de intercambiar información e impresiones sobre la marcha de las economías de los dos países y, también, de confrontar sus actitudes cara a la conferencia de la OCDE. Ambos ministros, según explicó el señor Fernández Ordóñez, coincidieron en que existe una cierta similitud de problemas económicos en España y en Francia, «que padecen de antecedentes paternalistas», precisó el ministro. Aludiendo a las dificultades sociopolíticas que encuentra el Gobierno francés para saltar la barrera de las dudas y afrontar la política reformista que ha sido el eslogan del actual presidente desde que accedió a la magistratura suprema, el señor Fernández Ordóñez declaró: «Por lo que me concierne, en España, estoy dispuesto a defender un presupuesto que limite al máximo el gasto improductivo. Esta ley económica, que no excedería el 18 %de aumento respecto a la pasada, permitiría pagar las inversiones y recortar gastos improductivos, es decir, frenar las subvenciones a empresas sin futuro en el sector público y también en el privado.»La entrevista entre los dos responsables económicos dio lugar a un breve intercambio relacionado con la adhesión española al Mercado Común. El ministro español recalcó ante su homólogo francés que «España ya no opera con complejo de ningún tipo», y dejó entender que el señor Monory aludió a las dificultades internas francesas que representaría la actitud hostil de los gaullistas y comunistas y, quizá, más aún de los primeros por pertenecer a la mayoría gubernamental y porque se presentan como los defensores irremplazables de los agricultores del sur francés.

Al final de la conversación de los dos ministros, medios solventes nos informaron ayer de que, por su lado, el ministro francés se había manifestado muy gratamente sorprendido por los aspectos más progresistas de la reforma fiscal elaborada por el señor Fernández Ordóñez y, muy especialmente, por el Impuesto sobre el Patrimonio, cuestión esta última que maltrae a las autoridades francesas.

En la conferencia iniciada hoy en la OCDE serán examinados los tres puntos del orden del día: interdependencia creciente de la economía mundial, acción concertada para conseguir un crecimiento durable y renovación de la declaración comercial de la OCDE del 30 de mayo de 1974. Estas tres cuestiones engloban todas las implicaciones político-económicas del mundo occidental en esta etapa de crisis: crecimiento, energía, rechazo del proteccionismo), ajuste de cambios estructurales, relaciones entre países industrializados y los que aún están en vías de desarrollo, y políticas económicas a corto y a medio plazo. Sobre este último problema el señor Fernández Ordóñez adelantó ayer: «Mañana iniciaré mi intervención diciendo que ya no hay política coyuntural más que desde una visión a medio plazo.» Y explicó: «Las políticas a corto plazo equivalen en la práctica a tapar agujeros que interrumpen el desarrollo normal de una economía.»

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