ARGENTINA 78

España no promueve su campeonato del mundo

España está organizando el Mundial de 1982 de tapadillo. España debe tener el tema tan en mantillas que los responsables del fútbol de nuestro país no se han atrevido a comparecer ante la prensa mundial para dar a conocer los proyectos que, hay que suponer, alguien debe tener en la cabeza. A estas alturas, cuando los periodistas de cualquier país deciden preparar algún material sobre el próximo Campeonato del Mundo, recurren a los enviados especiales de la prensa española. A estas alturas, nadie conoce cuál será el símbolo del próximo Mundial ni tiene idea clara de lo que piensan los dirigente...

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España está organizando el Mundial de 1982 de tapadillo. España debe tener el tema tan en mantillas que los responsables del fútbol de nuestro país no se han atrevido a comparecer ante la prensa mundial para dar a conocer los proyectos que, hay que suponer, alguien debe tener en la cabeza. A estas alturas, cuando los periodistas de cualquier país deciden preparar algún material sobre el próximo Campeonato del Mundo, recurren a los enviados especiales de la prensa española. A estas alturas, nadie conoce cuál será el símbolo del próximo Mundial ni tiene idea clara de lo que piensan los dirigentes del fútbol español.Según tengo entendido, la Federación no ha querido dedicar ningún acto al próximo Mundial porque considera que ya lo llevó a efecto en el mes de enero con motivo del sorteo del presente torneo.

Excusa baladí porque lo que se presentó entonces era algo tan poco consistente que ni siquiera las cifras de número de hoteles de las diferentes ciudades que habían solicitado ser sedes eran exactas.

Siempre que se celebran los Juegos Olímpicos se anuncia el emblema de los próximos, y hace cuatro años, en Alemania, los argentinos inundaron las ciudades donde se celebraban los partidos de pelotitas con el nombre de Argentina y de pegatinas de diversos tipos con el símbolo de su Mundial. Si los actos programados para ofrecer a la prensa de todo el mundo un avance de lo que se deseaba hacer fueron suspendidos se debió al hecho concreto de la muerte del entonces presidente Perón. Pero, eso sí, los miembros del aparato organizativo sí explicaron que él emblema respondía a una simbología peronista e hicieron cuanto pudieron por propagar su Mundial. Para la Federación Española el acto de enero fue suficiente. Ahora es cuando hay en Argentina más de 5.000 informadores de todo el mundo. Ahora era el momento justo para hacer el lanzamiento del Mundial-82.

Por otra parte, la responsabilidad de un mundial no debe tenerla por entero la Federación, y hasta el momento se le ha concedido. Tengo la impresión de que desde la Federación quieren hacerse las cosas con el mayor sigilo posible para tratar de evitar que alguien con responsabilidad prepare el tema y tome cartas en el asunto.

Un Campeonato del Mundo y su compleja organización no pueden estar en manes de unas comisiones designadas por la vía del amiguismo. La pirámide del aparato organizativo no tiene por qué estar siquiera en manos de la gente del fútbol. Para organizar bien un Mundial no hace falta saber qué es un córner. Hasta la fecha no existe un equipo dirigente que ofrezca las mínimas garantías. Hasta hace poco presidía el tema un ex presidente de club, un ex presidente que no acabó su mandato de manera muy brillante.

Un Mundial es una cuestión de Estado y es el propio Gobierno el que debe decidir qué se va a hacer. Es el Gobierno el que, al margen de los intereses de la FIFA y los intereses, no siempre transparentes, de la Federación Española, debe decidir cuántas sedes va a interesar que existan y el que debe designar a las personas capaces de responsabilizarse de una gestión como ésta. Y si digo el Gobierno no lo hago porque piense en las bondades de UCD, que algunas tendrá, sino porque la transcendencia del hecho no obliga a menos.

Un Mundial de fútbol es un acontecimiento que supera toda clase de presupuestos. Un Mundial de fútbol requiere una infraestructura muy compleja, y para ponerla en funcionamiento hace falta gente inteligente.

Hace unos días el propio presidente de la FIFA afirmó que solamente hay en el mundo siete países capaces de organizar un campeonato con veinticuatro selecciones finalistas y entre ellos estaba España. Muchos periodistas de todo el mundo, por este solo detalle, estaban interesados en conocer las razones reales de esa afirmación de Joao Havelange en lo que respecta a España. Pablo Porta, que aspira a progresar dentro de la FIFA, se olvida en Argentina de cursar las primeras invitaciones para dentro de cuatro años. A España, que es un país turístico, le interesaba ya esta primera campaña de propmoción. Ciertamente tan resporsible del olvido es Porta como el propio equipo gubernamental.

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