Rubert de Ventós y la cultura como conspiración

Xavier Rubert de Ventós, catedrático de Estética en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, intervino el pasado miércoles en las Jornadas de Filosofía en homenaje a Alfredo Deaño, que se están celebrando en el Colegio Mayor Isabel de España, con una conferencia sobre Fundamento emocional de la Filosofía Crítica.Después de recorrer las distintas teorías de la Filosofía Crítica a partir de la Escuela de Franckurt, el conferenciante defendió una filosofía crítica de la sociedad que describa las propias reacciones frente al entorno en que uno se mueve, una auscultación personal de la irrit...

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Xavier Rubert de Ventós, catedrático de Estética en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, intervino el pasado miércoles en las Jornadas de Filosofía en homenaje a Alfredo Deaño, que se están celebrando en el Colegio Mayor Isabel de España, con una conferencia sobre Fundamento emocional de la Filosofía Crítica.Después de recorrer las distintas teorías de la Filosofía Crítica a partir de la Escuela de Franckurt, el conferenciante defendió una filosofía crítica de la sociedad que describa las propias reacciones frente al entorno en que uno se mueve, una auscultación personal de la irritación y la seducción que nos producen las cosas. «La filosofía de la vida y la gente se parecen mucho; las experiencias de la vida y la gente se parecen menos. Para hablar de la experiencia de uno tiene que dar una respuesta ortodoxa y generosa a los estímulos que le envuelven.»

Consideró como modos convencionales de distanciarse el mundo irracional, inconsciente, y la distancia científica objetiva, para proponer una lectura de las reacciones personales frente al entorno. «La cultura es una gran conspiración para que no leamos nuestra piel, porque vivimos en una serie de discursos establecidos que quitan todo carácter problemático. Esta productividad discursiva genera una actitud especulativa y de estrategia. Me inquieta que este discurso genere una auténtica pasión intelectual.»

Como ejemplo de manifestación extrema de cerrazón cultural, Rubert de Ventós se refirió al «museo imaginario» de Malraux. «La única manera de tener una experiencia consiste en una utilización estratégica de nuestra capacidad de interpretar y esto no lo da la cultura actual ni el "museo imaginario". La cultura promulgada tiende a ser más consistente que otra.»

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