Espectacular cogida leve de Morenito de Maracay

Morenito de Maracay fue cogido espectacularmente por el sexto novillo, un verdadero toro. El animal, de gran trapío, empujó fuerte en varas, derribó al picador, que hacía la puerta, y se entableró. De allí, en terrenos del cuatro, sólo salía a oleadas. Morenito lo banderilleó con enorme valor. Citó muy cerca, aguantó impávido violentas embestidas y clavó con belleza y facultades. El tercer par, por los adentros, sin terreno para salir, fue dramático; dudó entre correr al burladero cercano o saltar la barrera. Cuando saltó no hubo tiempo. De allí lo sacó el bovino de un pitonazo, echándose a lo...

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Morenito de Maracay fue cogido espectacularmente por el sexto novillo, un verdadero toro. El animal, de gran trapío, empujó fuerte en varas, derribó al picador, que hacía la puerta, y se entableró. De allí, en terrenos del cuatro, sólo salía a oleadas. Morenito lo banderilleó con enorme valor. Citó muy cerca, aguantó impávido violentas embestidas y clavó con belleza y facultades. El tercer par, por los adentros, sin terreno para salir, fue dramático; dudó entre correr al burladero cercano o saltar la barrera. Cuando saltó no hubo tiempo. De allí lo sacó el bovino de un pitonazo, echándose a los lomos al valeroso torero.En su primero toreó aceptablemente por verónicas, ceñidas chicuelinas y vistoso quite por navarras. Banderilleó de forma espectacular, un poco pasado, pero salió de la suerte cpn pinturería. Hubo temple en unas series de naturales y no se acopló con la derecha. Falló al descabellar, pero dejó un gran sabor.

Plaza de Las Ventas

Novillos de José Samuel Lupi: Bien presentados, con trapío de toro varios de ellos; mansurrones, con problemas en la muleta, excepto el tercero, noble. José Castilla: Silencio. Silencio. Pedro Mariscal: Silencio. Palmas y saludos. Morenito de Maracay: Vuelta. Cogido al banderillear; mató al novillo Castilla.Morenito de Maracay fue asistido de dos erosiones leves, una en el escroto y otra, en el pene.

Pedro Mariscal tiene menos oficio, pero también posee un valor sereno y además apunta un toreo de arte. En el segundo de la tarde tal vez le faltó vibración. En el quinto, un marrajo que lo arolló de salida y cogío luego al banderillero José Marín, expuso una barbardad.

José Castilla, por último, estuvo valentón y vulgar.

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