El nuevo salario miserable

La prensa de estos días comentaba alborozada que en el próximo Consejo de Ministros podría fijarse un salario miserable, perdón, un salario mínimo de unas 550 pesetas diarias.Hoy siento, con increíble amargura e indignación, que tal cantidad haya sido fijada en 548 pesetas. ¿Acaso la anterior les parecía excesiva a los señores ministros?

Pienso si esta noche, al fin, los señores ministros han podido dormir con la conciencia tranquila y con la satisfacción del deber cumplido, sabiendo que, a no dudar, han prestado otro gran servicio al pueblo.

Y sin embargo tal medida afecta a más...

La prensa de estos días comentaba alborozada que en el próximo Consejo de Ministros podría fijarse un salario miserable, perdón, un salario mínimo de unas 550 pesetas diarias.Hoy siento, con increíble amargura e indignación, que tal cantidad haya sido fijada en 548 pesetas. ¿Acaso la anterior les parecía excesiva a los señores ministros?

Pienso si esta noche, al fin, los señores ministros han podido dormir con la conciencia tranquila y con la satisfacción del deber cumplido, sabiendo que, a no dudar, han prestado otro gran servicio al pueblo.

Y sin embargo tal medida afecta a más de 700.000 personas (según el editorial del ABC del día 31 de marzo); pero esas personas no nos importan nada, entre otras cosas serán ciudadanos de tercera y lo más seguro es que sean pobres o socialistas, que es peor, pero a partir de ahora y debido a tan generosa medida estas 700.000 personas podrán morir con lujo o vivir si pueden.

Por otro lado, los señores diputados están muy ocupados preparando el Pleno. Se van a reunir para hablar de cosas importantísimas que no interesan a casi nadie... pero seguro que no habrá ni un solo diputado que levante su voz para decir que las 548 pesetas diarias no sólo es injusto, sino inmoral... pero ¡qué van a decir! si ellos se han aumentado el sueldo mensual de 40.000 a 100.000 pesetas; aumento de un 150% que no va contra el pacto de la Moncloa porque ellos no quieren, porque son los padres de la patria y por tanto incuestionables, y encima tenemos que aguantarnos y fastidiarnos que para eso les hemos votado.