El Gobierno propone la creación de un Consejo Permanente de Andalucía

Los parlamentarios andaluces del PSOE y el comité ejecutivo de la Federación Socialista de Andalucía del mismo partido aceptarán esta tarde, casi con toda seguridad, la propuesta hecha por el ministro para las Regiones, Manuel Clavero, a la comisión negociadora para sacar a la preautonomía andaluza del estancamiento que sufre desde hace tres meses a causa de la conflictiva presencia de las ocho diputaciones provinciales.

Aunque en fuentes del PSOE no se ha podido obtener una respuesta concreta sobre cuál va a ser su decisión, todo indica -empezando por el renacido optimismo del dipu...

Los parlamentarios andaluces del PSOE y el comité ejecutivo de la Federación Socialista de Andalucía del mismo partido aceptarán esta tarde, casi con toda seguridad, la propuesta hecha por el ministro para las Regiones, Manuel Clavero, a la comisión negociadora para sacar a la preautonomía andaluza del estancamiento que sufre desde hace tres meses a causa de la conflictiva presencia de las ocho diputaciones provinciales.

Aunque en fuentes del PSOE no se ha podido obtener una respuesta concreta sobre cuál va a ser su decisión, todo indica -empezando por el renacido optimismo del diputado Rafael Escuredo- que los socialistas están dispuestos, como los independientes, comunistas y lógicamente UCD, a aprobar la fórmula ideada por Clavero, cuya ratificación posterior por la Asamblea de Parlamentarios andaluces supondría, de hecho, abrir la vía hacia la inmediata concesión del régimen autonómico provisional.La fórmula ofrecida por el ministro para las Regiones significa, en cierto modo, una vuelta a los orígenes de la negociación, ya que se trataría de crear, al lado de la Junta de Andalucía, un Consejo Permanente de carácter ejecutivo, tal como fue solicitado en su día por los parlamentarios, en el que no tendrán cabida los representantes de las diputaciones. Ello permitiría que la presencia de las diputaciones, innegociables para el Gobierno, quedará reducida a la Junta, en tanto que el Consejo estaría formado solamente por parlamentarios y con una composición rigurosamente fiel a los resultados electorales de cada grupo.

A la misma preocupación responden las cláusulas, que se incluirían en el texto, relativas a que los representantes de las corporaciones provinciales no tomarán parte en la designación y eventual modificación de los miembros de la Junta y el Consejo, facultad que quedaría reservada a los elegidos por el pueblo andaluz, y al establecimiento de la necesidad de consenso para las grandes decisiones políticas de la Junta.