Críticas al sistema financiero en la región andaluza

«Andalucía necesita entre 120.000 y 150.000 millones de pesetas para crear puestos de trabajo en los próximos años, y disponer de estas cantidades sólo sería posible si se obligase al crédito oficial y a la banca privada a canalizar sus recursos hacia ésta y otras regiones empobrecidas» declaró a EL PAIS Juan Ramón Cuadrado Roura, catedrático de Política Económica de la Universidad de Málaga y participante en las Jornadas de Economía Andaluza celebradas en Sevilla los pasados días 10 y 11 de marzo.

Las jornadas habían sido organizadas por el Instituto de Desarrollo Regional, en cola...

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«Andalucía necesita entre 120.000 y 150.000 millones de pesetas para crear puestos de trabajo en los próximos años, y disponer de estas cantidades sólo sería posible si se obligase al crédito oficial y a la banca privada a canalizar sus recursos hacia ésta y otras regiones empobrecidas» declaró a EL PAIS Juan Ramón Cuadrado Roura, catedrático de Política Económica de la Universidad de Málaga y participante en las Jornadas de Economía Andaluza celebradas en Sevilla los pasados días 10 y 11 de marzo.

Las jornadas habían sido organizadas por el Instituto de Desarrollo Regional, en colaboración con el Banco de Bilbao, y se clausuraron con la presentación de las primeras tablas input-putput y cuentas regionales correspondientes a las provincias de Cádiz, Córdoba, Sevilla y Huelva.El profesor Cuadrado, en una intervención polémica -fue contestado por un ilustre representante de la banca privada-, hizo un análisis crítico del comportamiento del sistema financiero en la región andaluza. En su opinión, ni la banca privada ni el crédito oficial favorecen el desarrollo andaluz. En el primer caso, provincias como Almería, Granada y Jaén, caracterizadas por su subdesarrollo, transfieren sus recursos a través de los bancos a regiones ricas, en tanto que Cádiz y Huelva reciben recursos bancarios, pero a causa de la estrecha vinculación entre algunas de sus industrias y el gran capital bancario.

En cuanto a la banca oficial, Andalucía Oriental, se encuentra en penúltimo lugar entre los territorios españoles por el volumen de crédito oficial recibido y Andalucía, en su conjunto, recibe mucho menos que otras regiones y, en términos relativos, menor cuantía por habitante.

Por su parte, las cajas de ahorro están acostumbradas a lo fácil y no quieren asumir los riesgos y cambiar esa rutina de invertir en los sectores más cómodos, ahora que tienen la oportunidad de servir los intereses regionales. En todo caso, concluyó Juan Ramón Cuadrado, ni agrupando los fondos de todas las cajas y regionalizando verdaderamente su actuación, Andalucía sería autosuficiente, se necesita más obligaciones para la banca privada y oficial y poner en marcha un fondo de compensación de las regiones desarrolladas a las pobres, «aunque no veo que el concepto de solidaridad esté en primera línea hoy en España, sino todo lo contrario».

Otro aspecto del mismo problema fue analizado por Javier Lasarte, catedrático de Derecho Financiero de Granada, que explicó cómo una vez aceptados por las fuerzas políticas y sociales los procesos autonómicos, se hace imprescindible encontrar los mecanismos de financiación adecuados para que las autonomías regionales tengan virtualidad y no queden sobre el papel.

Aspectos sectoriales de la economía andaluza fueron objeto de las conferencias de los profesores Romero Rodríguez, Rodríguez Alcaide y Torres Bernier. El primero hizo hincapié en la necesidad de no globalizar superficialmente cuando se habla de agricultura andaluza, ya que debiera hablarse de agriculturas andaluzas.

Rodríguez Alcaide, diputado de UCD, fue víctima de las apreturas de un programa excesivamente denso, tuvo que limitarse por problemas de tiempo, a pedir un reequilibrio entre Andalucía Occidental y Oriental, en el aspecto industrial -las inversiones respectivas están en una relación de 10 a 1 - y señalar que es necesario un planteamiento regional de industrialización sobre la base de una previa ordenación del territorio.

El malagueño Torres Bernier, en su intervención sobre «El sector turístico en Andalucía», puso de relieve las deficiencias del sector (inadecuado tamaño de las empresas, excesivo crecimiento de la oferta, dependencia de los tours-operators, desgradación del medio ambiente y otras) y propuso potenciar la actividad turística, racionalizándola.

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