Problemas en la fijación del precio de la leche
La fijación de los precios de la leche para la próxima campaña 1978-79 es uno de los temas conflictivos de la negociación sobre precios de productos regulados, mantenidas por las organizaciones y sindicatos agrarios, según fuentes próximas a las mismas.El principal problema reside en que España es un país con excedentes, como consecuencia del incremento de la producción en los últimos cinco años, que se debe al estancamiento e incluso recesión del consumo atribuido al nivel del coste de la leche al consumidor.
En consecuencia, si se produce una elevación en los precios del producto, tal...
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La fijación de los precios de la leche para la próxima campaña 1978-79 es uno de los temas conflictivos de la negociación sobre precios de productos regulados, mantenidas por las organizaciones y sindicatos agrarios, según fuentes próximas a las mismas.El principal problema reside en que España es un país con excedentes, como consecuencia del incremento de la producción en los últimos cinco años, que se debe al estancamiento e incluso recesión del consumo atribuido al nivel del coste de la leche al consumidor.
En consecuencia, si se produce una elevación en los precios del producto, tal como se solicita, significaría un incremento superior al 40%, lo que supondría un verdadero colapso en el sector, ya que un alza de precios que no esté dentro de unos límites razonables podría producir un grave desplazamiento de la producción cárnica hacia la lechera, y una retracción todavía más fuerte del consumo de leche y todos sus derivados. Si el precio sube en origen en los porcentajes mencionados, el coste de venta al público supondría un aumento de diez pesetas por litro para las calidades más económicas.
De esta manera aumentarían aún más los excedentes lácteos, además de crear una imposibilidad física a la industria para transformar toda la leche producida, cosa que es necesario evitar, afrontando una política para el sector de equilibrio entre producción y consumo, mediante unos precios razonables.
En relación con la evolución de la producción de leche en España, se ha señalado que, mientras en 1974 fue necesario importar más de 350 millones de litros de leche fresca, se pasó a una situación de autoabastecimiento a partir del segundo trimestre de 1976, y los primeros excedentes se produjeron a finales del verano de ese mismo año.