Empleo de ultrasonidos en diagnóstico clínico

ULTRASONIDOS

Las ondas ultrasónicas son aquellas de frecuencias superiores a la del valor límite que puede captar el oído humano. La propagación de dichas ondas se efectúa a través dé un medio material que puede ser sólido, líquido o gaseoso. El límite superior de la frecuencia de propagación de las ondas ultrasónicas corresponde a las vibraciones térmicas de una red cristalina, ya que para cualquier valor superior el material no puede vibrar con la frecuencia del sonido que penetra en el mismo. Esto tiene lugar a una frecuencia del orden de diez elevado a trece ciclos por segundo. Las frecuencias mayores ...

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Las ondas ultrasónicas son aquellas de frecuencias superiores a la del valor límite que puede captar el oído humano. La propagación de dichas ondas se efectúa a través dé un medio material que puede ser sólido, líquido o gaseoso. El límite superior de la frecuencia de propagación de las ondas ultrasónicas corresponde a las vibraciones térmicas de una red cristalina, ya que para cualquier valor superior el material no puede vibrar con la frecuencia del sonido que penetra en el mismo. Esto tiene lugar a una frecuencia del orden de diez elevado a trece ciclos por segundo. Las frecuencias mayores se llaman hiposónicas. Las ondas ultrasónicas encuentran numerosas aplicaciones en infinidad de campos. Así, se utilizan para la detección de objetos su mergidos, como submarinos; levantamiento de mapas del suelo marino, control de tránsito de vehículos, etcétera. La ultrasónica, en industria, es uno de los métodos no destructivos más importantes, y en medicina se utiliza para la localización de tumores, medidas biológicas y diagnóstico (ecografías). En estas exploraciones es común el envío de un pulso ultrasónico (generalmente la frecuencia es de 1 a 2,5 Mc/segundo, con una proporción de seiscientos a mil pulsos por segundo, que es lan zado desde el transductor al objeto a identificar; el transductor o captador de vibraciones es un dispositivo que convierte el movimiento vibratorio en una señal óptica, imecánica o, más comúnmente, eléctrica, que es proporcional a un parámetro del movimiento experimentado.

La onda sonora se refleja en este y se detecta adecuadamente por el transductor, registrándose en un osciloscopio. Para obtener la forma y tamaño del objeto se desplaza el transductor alrededor del área donde se empezó a registrar la presencia del objeto desconocido. Correlativamente a ello podemos variar la intensidad de las ondas. Lo cual nos permitirá una mayor o menor penetración en la materia. Incluso para intensidades sensiblemente grandes no se ha observado ninguna clase de efectos secundarios.

Los ultrasonidos pudieran ser, según teorías interpretativas más audaces, el soporte de formas de comunicación distintas. Algunas de las percepciones denominadas paranormales u otras -sensación de que uno es mirado sin constatación sensorial, etcétera- pudieran tener relación con la recepción de ondas no audibles.

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