Nuevas propuestas de paz para Oriente Próximo

Begin podría encontrarse con Sadat en El Cairo la próxima semana

Menahem Begin, primer ministro de Israel, puede llegar a El Cairo a principios de la semana próxima, para entrevistarse con el presidente egipcio, Anuar El Sadat. El propio Sadat confirmó personalmente esta posibilidad, aunque sin dar precisiones sobre el encuentro, que muchos observadores lo sitúan entre el martes y miércoles próximos.

La noticia de la posible llegada de Begin a El Cairo reanima la escena política del Oriente Próximo, sometida a un amplio impasse con motivo del inesperado viaje de Begin a Washington para entrevistarse con Carter. En la situación actual, todo es posible...

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Menahem Begin, primer ministro de Israel, puede llegar a El Cairo a principios de la semana próxima, para entrevistarse con el presidente egipcio, Anuar El Sadat. El propio Sadat confirmó personalmente esta posibilidad, aunque sin dar precisiones sobre el encuentro, que muchos observadores lo sitúan entre el martes y miércoles próximos.

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La noticia de la posible llegada de Begin a El Cairo reanima la escena política del Oriente Próximo, sometida a un amplio impasse con motivo del inesperado viaje de Begin a Washington para entrevistarse con Carter. En la situación actual, todo es posible en estas latitudes. La dinámica de los acontecimientos ha roto sus lazos con toda lógica desde la visita de Sadat a Israel, y, en este momento, nadie se atreve a aventurar un pronóstico firme sobre el inmediato desarrollo de los acontecimientos políticos en la zona.Una cosa parece cierta: Egipto espera con impaciencia un gesto, o concesiones, por parte de Israel, y ese gesto, a falta de concesiones inmediatas que satisfagan plenamente al presidente Sadat, podría serlo muy bien una visita oficial de Begin a la capital cairota. Una visita que puede estar en relación con el continuo adorno, con banderas egipcias y carteles pro Sadat, de las principales calles de El Cairo, como si se preparase un gran recibimiento. La visita parece tener algo que ver con la llegada a El Cairo de decenas de periodistas israelíes (que se suman a los primeros que se instalaron en esta ciudad para seguirla Conferencia de El Cairo). Tal visita, por último, fue incluso con firmada por el propio presidente Sadat, quien a su salida de la mezquita de Giya mantuvo el siguiente diálogo con los informa dores:

-¿Verá Sadat pronto a Begin?

Sadat: Creo que nos encontraremos antes de final de año.

-¿En una ciudad neutral Malta o Chipre, como se dice en Israel?

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Sadat: Todo es posible, pero ¿por qué no en El Cairo?.

Sadat, quien no excluyó tampoco un encuentro con Carter, señaló que esperaba recibir información precisa desde Washington del contenido de las conversaciones que Begin mantuvo en la, Casa Blanca.

Ahora bien, si las dudas son pocas sobre la posibilidad de que Begin llegue a El Cairo, devolviendo así a su anfitrión su «generosa» visita a Israel, la situación no es la misma en el momento de aualizar las posibilidades reales de firmar la paz, y los caminos posibles de toda negociación. ¿Traerá Begin concesiones suficientes como para contentar a Sadat? Su presencia pue de suavizar las impaciencias, pero no terminar de clarificar el camino hacia la paz, hacia la Conferencia de Ginebra.

El caso, por el momento, es que funcionarios egipcios han declinado hacer comentarios acerca de la noticia de que el presidente Sadat iba a reunirse de nuevo con el primer ministro israelí, Menahem Begin. Si bien, Sadat dijo a la CBS que «estoy abierto a cualquier paso, incluyendo una reunión tripartita con Carter y Begin».

Israel, un negociador duro

En la capital egipcia, donde anoche se informó que Carter habló por teléfono con Sadat para contarle el contenido de su entrevista con Begin, empieza a pensarse que Israel es negociador más duro que lo que se esperaba. Se dice que Begin, en su plan de paz, incluye seis negativas, y que una de ellas se refiere a la creación de un Estado palestino, lo que dificultaría sensiblemente toda solución global al conflicto, aunque no cierre del todo la perspectiva de un acuerdo o tratado de paz bilateral entre israelíes y egipcios.

Esta última idea, que los negociadores y políticos de todos los países interesados descartan con declaraciones tajantes, podría tomar cuerpo si Jordanía, Siria y Líbano persisten en sus ataques a Egipto y a su «flamante» Conferencia de El Cairo. Una conferencia que está dispuesta a pasar el fin de semana sumida en el mayor de los silencios, mientras su «comité jurídico» estudia las posibilidades de establecer un orden del día de los debates y mientras los jefes de delegaciones hacen turismo por la capital egipcia. Esto es, al menos, lo que hizo ayer el delegado israelí, Ben Elisaar, que pasó la mañana en el museo egipcio donde se interesó por la momia del faraón que expulsó a sus antepasados de este país hacia la tierra prometida. Ben Elisaar descubrió, en el museo, que no fue Ramses III quien expulsó a los judíos, sino el faraón Mineptah.

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