El TEl presentó "Preludios para una fuga"

El grupo TEl estrenó anoche, en el teatro Valle Inclán, su creación colectiva Preludios para una fuga, en la que utilizan textos de Gorki, Rouseau, noticias de periódicos y del propio grupo. El espacio escénico es de Arnold Taraborrelli, el diseño de luz de Teo Escamilla y la ambientación del vestíbulo del teatro de Enrique Salamanca. La obra se presentó en algunos actos de la pasada campaña electoral del Partido Comunista de España.

Preludios para una fuga concreta el trabajo de once años del TEI, desarrollado en espectáculos basados en improvisaciones, organicidad, expre...

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El grupo TEl estrenó anoche, en el teatro Valle Inclán, su creación colectiva Preludios para una fuga, en la que utilizan textos de Gorki, Rouseau, noticias de periódicos y del propio grupo. El espacio escénico es de Arnold Taraborrelli, el diseño de luz de Teo Escamilla y la ambientación del vestíbulo del teatro de Enrique Salamanca. La obra se presentó en algunos actos de la pasada campaña electoral del Partido Comunista de España.

Preludios para una fuga concreta el trabajo de once años del TEI, desarrollado en espectáculos basados en improvisaciones, organicidad, expresión del actor, coreografía. «Lo más importante para nosotros —declara José Carlos Plaza— es que la obra responde a los problemas de nuestro país. En este proceso de cambio también está implicado el teatro, que no puede utilizar los viejos moldes para referirse a la nueva situación. Intentamos encontrar un nuevo lenguaje dramático que refleje a los nuevos seres humanos.»

El título de la obra hace referencia a «los antecedentes de las formas de escaparse de un mundo viejo y muerto y encontrar nuevos caminos, como grupo teatral y humano. Nos ponemos en camino hacia nuestra sociedad socialista y reflejamos lo que encontramos: el dolor, el engaño, la alegría, la competencia y la rabia, llegar a un nacimiento y la alegría de ser revolucionarios. Esto significa mostrar un espectáculo diferente. Además de las palabras, queremos hacernos oír con nuestras imágenes, nuestros ritmos, nuestras emociones y nuestras formas, que son una interpretación de los constantes cambios de nuestra sociedad».

La estructura de la obra se basa en la música como elemento dramático, convertida en sinfonía con cuatro ambientes o movimientos, que expresan el mundo del trabajo, el ambiente cotidiano, el conductismo, los gustos y las costumbres, la moda, las creencias impuestas, la imaginación, la ruptura, la evolución, el progreso.

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