Un traje espacial permite a un niño su primer contacto con el exterior

Un traje espacial, similar a los utilizados por los astronautas norteamericanos y confeccionado por la NASA y un equipo médico, permitió a un niño de seis años, que sufre una grave enfermedad, mantener su primer contacto con el mundo exterior, después de haber pasado toda su vida encerrado en una cápsula esterilizada.El niño se llama David y su apellido no ha sido revelado. Vive en el estado de Texas y desde su nacimiento sufre una extraña insuficiencia inmunológica, que impide a su cuerpo defenderse de la más mínima infección. El niño ha pasado sus seis años de vida aislado del entorno ex...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un traje espacial, similar a los utilizados por los astronautas norteamericanos y confeccionado por la NASA y un equipo médico, permitió a un niño de seis años, que sufre una grave enfermedad, mantener su primer contacto con el mundo exterior, después de haber pasado toda su vida encerrado en una cápsula esterilizada.El niño se llama David y su apellido no ha sido revelado. Vive en el estado de Texas y desde su nacimiento sufre una extraña insuficiencia inmunológica, que impide a su cuerpo defenderse de la más mínima infección. El niño ha pasado sus seis años de vida aislado del entorno exterior, recluido en un compartimento que mantiene un ambiente estéril y sólo ha tomado alimentos cuidadosamente esterilizados.

La NASA y el hospital infantil de Houston (Texas) confeccionaron para David un traje especial, compuesto de goma, plástico y nylon, que costó 20.000 dólares, más de millón y medio de pesetas. El traje recuerda a los que emplean los astronautas, no en sus misiones en el espacio, sino cuando tienen que pasar la cuarentena de observación médica.

El médico de David declaró que se había pensado en confeccionar este traje para que el niño pueda continuar su desarrollo, a pesar de su grave handicap. «Es un chico inteligente, pero carece de la experiencia cultural de otros niños de su edad», añadió el doctor Buford Nichols.

Enfundado en su traje estéril, David recorrió los pasillos del hospital, se maravilló de ver cómo salía el agua de un grifo, se entretuvo con algunos juguetes y dio un beso a sus padres y a su profesora, a través de la escafandra de plástico blando que envuelve su cabeza. Preguntado por qué lugares desearía conocer en primer lugar, David no vaciló un instante: «Un parque de bomberos». Más tarde, el doctor Nichols explicaría que el niño ve mucha televisión y que su programa favorito es «Emergency one», protagonizado por un equipo de, bomberos.

Las autoridades del hospital explicaron que el traje confeccionado para David, que fue pagado con fondos públicos, costó tanto por ser un prototipo experimental, pero que en el futuro podrán hacerse por unos 2.000 dólares, algo más de 150.000 pesetas.- Estos trajes podrían tener una gran utilidad en el tratamiento de enfermos que pierden temporalmente su inmunidad, así como en los pacientes de leucemia cuyo tratamiento les hace debilitar también su inmunidad y fáciles víctimas,de infecciones.

Archivado En