La conservación del patrimonio arquitectónico debe extenderse a zonas rurales

Recomendar a los Gobiernos de los países miembros del Consejo de Europa que la política de conservación del patrimonio arquitectónico «se aplique también a las zonas rurales de la manera más amplia, en el marco de la planificación económica y de la ordenación del territorio», así como la adopción de «todas las medidas de equipamiento precisas para ir reduciendo y terminar eliminando la situación de inferioridad del campo en relación con la ciudad» son los dos puntos más destacables del proyecto de conclusiones aprobado por el Comité del Patrimonio Arquitectónico del citado organismo internacio...

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Recomendar a los Gobiernos de los países miembros del Consejo de Europa que la política de conservación del patrimonio arquitectónico «se aplique también a las zonas rurales de la manera más amplia, en el marco de la planificación económica y de la ordenación del territorio», así como la adopción de «todas las medidas de equipamiento precisas para ir reduciendo y terminar eliminando la situación de inferioridad del campo en relación con la ciudad» son los dos puntos más destacables del proyecto de conclusiones aprobado por el Comité del Patrimonio Arquitectónico del citado organismo internacional, al final de su reunión de la pasada semana en Granada.

El congreso de Granada ha sido el quinto de los celebrados por el Comité Europa del Patrimonio Arquitectónico desde 1975 y el primero que se organiza en nuestro país. Su tema central ha sido el de La arquitectura rural en la ordenación del territorio y una de sus sesiones de trabajo contó con la presencia del rey don Juan Carlos, quien presidió el pleno del congreso durante la mañana del jueves.

El proyecto de conclusiones

Según el documento final aprobado en Granada, el patrimonio arquitectónico rural está hoy seriamente amenazado, entre otros peligros, por el desarrollo de tipo industrial de la agricultura, la introducción de elementos mal adaptados a las construcciones antiguas, el éxodo rural y el consiguiente envejecimiento de la población agrícola, la invasión de las construcciones abandonadas por una población urbana que las desnaturaliza con transformaciones ajenas a su carácter y, finalmente, la proliferación de construcciones nuevas diseñadas, ignorando la tradición.Ante tales perspectivas, los doscientos participantes en la reunión de Granada -clausurada por el subsecretario español de Ordenación Territorial y Medio Ambiente, Eduardo Merigohan incluido entre las conclusiones aprobadas los siguientes objetivos: adaptar los edificios existentes a la evolución de sus funciones conservando su carácter; procurar la integración de los nuevos edificios indispensables y establecer los medios de ayuda y control necesarios para tal fin. Todo esto, en el caso de que se trate de una economía rural competitiva. Asimismo se estimó que se deben reforzar las actividades tradicionales y promover otras que se basen en una política que impida el éxodo de los jóvenes y facilite su asentamiento en zonas donde se haya comprobado un considerable envejecimiento o reducción de la población, para los casos de economía rural no competitiva. El comité también dirige parte de sus conclusiones a los organismos de administración local, a los que recomienda la creación de los medios adecuados para conseguir la participación de las poblaciones representativas, y ayudando a la realización de los proyectos de esas asociaciones mediante asistencia técnica y financiera.

Mensaje de Granada

Durante la jornada final de esta primera confrontación del Comité Europeo del Patrimonio Arquitectónico celebrada en nuestro país fue aprobado otro documento, titulado Mensaje de Granada, y en el que se recogen, condensadas en seís puntos, las causas que amenazan de desaparición, a la arquitectura rural y su paisaje, así como las posibles medidas a aplicar para su recuperación, conservación y uso. Según este documento, el abandono de la naturaleza provoca graves erosiones en el suelo, por el abuso de la explotación de la misma, y produce desequilibrios ecológicos igualmente peligrosos. Los males proceden de las actuales condiciones socio-económicas de las comunidades rurales, por lo que «toda acción para corregirlos presupone la participación de las comunidades interesadas». Para la conservación del medio natural europeo de alta calidad se hacen imprescindibles tanto el respeto a las leyes ecológicas en la concepción de los progresos de la técnica como la investigación de los medios de conservación y de uso del patrimonio arquitectónico rural. «Este esfuerzo -concluye el documento- exige, además, una distribución equilibrada de la población en el conjunto del territorio y la creación de puestos de trabajo y la articulación de actividades diversificadas, todo lo cual conduce a una revitalización de las comunidades rurales y a la integración de sus valores en el conjunto de la sociedad.»

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