Cartas al director

La enseñanza en Las Palmas

La pasada semana visitó Las Palmas el subsecretario de Educación y Ciencia, quien pasó entre nosotros menos de veinticuatro horas. Ante la brevedad de la visita, pocas esperanzas podemos abrigar los enseñantes, así como los alumnos y la sociedad toda, de que este viaje vaya a suponer algo positivo para la enseñanza en la provincia. La visita relámpago a la que tan acostumbrados nos tenían los funcionarios del anterior régimen sigue en vigor, según parece.Decir, como dijo el subsecretario, que la situación de la EGB en la provincia no es tan grave como parece es algo que clama al cielo para los...

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La pasada semana visitó Las Palmas el subsecretario de Educación y Ciencia, quien pasó entre nosotros menos de veinticuatro horas. Ante la brevedad de la visita, pocas esperanzas podemos abrigar los enseñantes, así como los alumnos y la sociedad toda, de que este viaje vaya a suponer algo positivo para la enseñanza en la provincia. La visita relámpago a la que tan acostumbrados nos tenían los funcionarios del anterior régimen sigue en vigor, según parece.Decir, como dijo el subsecretario, que la situación de la EGB en la provincia no es tan grave como parece es algo que clama al cielo para los que por nuestro trabajo estamos en permanente contacto con la gravedad del problema. Intentar consolarnos diciendo que miles de niños están mal escolarizados, no solo aquí sino en muchas otras regiones de España es cuando menos una burla, si de ofrecer soluciones se trata.

La situación de la enseñanza en Canarias es muy grave a todos los niveles. Existen déficit terribles en la enseñanza preescolar, donde la iniciativa privada (nos resistimos a llamarle enseñanza privada) hace su agosto montando guarderías y jardines infantiles donde se hacinan niños y más niños. En la EGB existen multitud de grupos escolares en estado semi-ruinoso, funcionando muchos otros en doble turno porque no hay aulas suflicientes. La situación del BUP y de la Formación Profesional tampoco es muy boyante que digamos: la falta de centros obliga a los alumnos a desplazamientos de decenas de kilómetros diariamente. Finalmente, sobre la cuestión de los centros universitarios se está llegando a un acomodaticio estancamiento facilitado por la incomprensión mostrada por ciertos sectores de La Laguna. Parece mantenerse un planteamiento elitista de la Universidad, aunque el previsible y esperado debate parlamentario sobre las autonomías universitarias en el Congreso quizá suponga un cierto margen de esperanza. A modo de sugerencia, se nos ocurre de cara a futuras y esperamos que menos fugaces visitas de altos cargos educativos, que si de veras se quiere tener una visión completa y real del problema de la enseñanza en ¡as islas, se convoque no sólo a las autoridades (el país oficial) sino también a aquellos que han hecho de la enseñanza su profesión (existen sindicatos de enseñantes, organizaciones profesionales...), a aquellos que reciben la enseñanza (representantes de alumnado), a los representantes de los padres de alumnos, de las asociaciones de vecinos, etcétera. El país real, en suma.

Profesores de BUP

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