Ayer, novilleros valientes

El primer novillo hizo hilo con un banderillero y saltó al callejón tras él. El susto fue de muerte, pero la cosa no pasó a mayores. Tampoco pasará a mayores el mano a mano Gómez Jaén-Morenito de Maracay. Los dos espadas estuvieron animosos. Poseen cierto oficio, lo que sucede es que al valor y a la voluntad no les acompañan ni el arte ni la calidad. Más tosco, Gómez Jaén torea con más verdad, se cruza, adelanta la pierna. Pero repite hasta la saciedad la misma faena. Con la espada, facilón, al tercero lo mató entrando sin muleta.Morenito de Maracay, variado y voluntarioso con el capote, fácil...

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El primer novillo hizo hilo con un banderillero y saltó al callejón tras él. El susto fue de muerte, pero la cosa no pasó a mayores. Tampoco pasará a mayores el mano a mano Gómez Jaén-Morenito de Maracay. Los dos espadas estuvieron animosos. Poseen cierto oficio, lo que sucede es que al valor y a la voluntad no les acompañan ni el arte ni la calidad. Más tosco, Gómez Jaén torea con más verdad, se cruza, adelanta la pierna. Pero repite hasta la saciedad la misma faena. Con la espada, facilón, al tercero lo mató entrando sin muleta.Morenito de Maracay, variado y voluntarioso con el capote, fácil y un tanto efectista con las banderillas. De muleta no se sale de lo trillado: derechazos y zurdazos. Al matar se queda en la cara y no vacía.

Plaza de San Sebastián de los Reyes

Tercera y última de feria. Novillos de Enrique Garde: Terciados, mansos, sin problemas en la muleta. Pascual Gómez Jaén: Dos vueltas. Dos orejas. Oreja. Morenito de Maracay: Silencio. Dos orejas. Oreja.

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