Carter aplaza su decisión sobre la bomba de neutrones

El presidente Carter aplazará su decisión sobre la polémica bomba de neutrones hasta el próximo mes, a causa en gran medida de las fuertes críticas de que ha sido objeto la nueva arma, una versión táctica de la bomba atómica.Un amplio informe sobre la bomba neutrónica, que causa la muerte a los seres vivos pero provoca escasos daños en el entorno físico, fue entregado al presidente el pasado lunes por el Departamento de Defensa. Se esperaba que Carter anunciaría su decisión sobre la producción en cadena de la bomba unos días después de haber leído dicho informe, quizá esta misma semana.
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El presidente Carter aplazará su decisión sobre la polémica bomba de neutrones hasta el próximo mes, a causa en gran medida de las fuertes críticas de que ha sido objeto la nueva arma, una versión táctica de la bomba atómica.Un amplio informe sobre la bomba neutrónica, que causa la muerte a los seres vivos pero provoca escasos daños en el entorno físico, fue entregado al presidente el pasado lunes por el Departamento de Defensa. Se esperaba que Carter anunciaría su decisión sobre la producción en cadena de la bomba unos días después de haber leído dicho informe, quizá esta misma semana.

Sin embargo, fuentes gubernamentales dijeron al diario The Washington Post que Carter aplazará su decisión un mes y que el retraso se debe a que el presidente quiere consultar las aplicaciones tácticas de la nueva arma con sus aliados europeos. Dado el carácter de arma «limpia» que posee la bomba de neutrones, los estrategas del Pentágono la consideran especialmente indicada para ser desplegada en Europa y sobre todo en la República Federal de Alemania. En caso de una invasión de Europa occidental por las fuerzas del Pacto de Varsovia, se argumenta, la bomba podría ser arrojada sobre territorio aliado, sin causar grandes destrozos, y permitiría a los ejércitos de la OTAN recuperar dichos territorios poco después, una vez desaparecida la radiación.

Los aliados europeos de Norteamérica fueron informados de la existencia de la bomba neutrónica el año pasado y, en palabras del general Haig, comandante de las fuerzas de la OTAN, todos expresaron su «apoyo entusiasta» a la misma. Los planes del Pentágono prevén que a finales de 1979 la bomba de neutrones equipe a los misiles tácticos Lance y a los obuses de ocho pulgadas desplegados en Europa.

La fuerte polémica que se creó en los países, aliados al conocerse la existencia de la nueva arma habrían obligado a Carter a sopesar más cuidadosamente todos los elementos antes de tornar su decisión y a consultar con algunos líderes europeos. Recientemente, el secretario ejecutivo del partido Socialdemócrata alemán, Egon Bahr, calificó a la bomba de neutrones de «símbolo de perversión mental». Opiniones similares se multiplicaron en los medios políticos europeos.

Junto al efecto negativo que podría tener la aprobación de la nueva arma en la imagen pública de Carter y en la credibilidad de su tan anunciada «moralidad en política exterior», el presidente deberá tener en cuenta también en las próximas semanas otros factores. Por ejemplo, la influencia del asunto en las negociaciones sobre reducción de fuerzas en Europa y de limitación de armas estratégicas con la URSS.