La inspección fiscal selectiva comenzará en el próximo mes de septiembre

A partir del próximo mes de septiembre comenzará a montarse en España la inspección selectiva por parte del Ministerio de Hacienda. Esta inspección contará con un incremento importante de los cuerpos de gestión a repartir por la totalidad de las provincias.

De acuerdo con un despacho de la agencia Logos, éste fue uno de los temas abordados por la reciente reunión de delegados del Ministerio de Hacienda de toda España, celebrada hace unos días con el titular del Departamento.La puesta en marcha de este tipo de inspección selectiva lleva implícito un cambio importante de estructuras del s...

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A partir del próximo mes de septiembre comenzará a montarse en España la inspección selectiva por parte del Ministerio de Hacienda. Esta inspección contará con un incremento importante de los cuerpos de gestión a repartir por la totalidad de las provincias.

De acuerdo con un despacho de la agencia Logos, éste fue uno de los temas abordados por la reciente reunión de delegados del Ministerio de Hacienda de toda España, celebrada hace unos días con el titular del Departamento.La puesta en marcha de este tipo de inspección selectiva lleva implícito un cambio importante de estructuras del sistema de investigación tributaria, ya que ello no deja de ser la base fundamental para llevar a cabo, de forma eficaz, la reforma fiscal anunciada por los responsables del equipo económico del Gobierno.

En efecto, como un eslabón más dé la reforma del sistema tributario que el Ministerio de Hacienda inició con la presentación a la Comisión de Economía y Hacienda de las Cortes, los responsables del citado departamento están estudiando una reestructuración total del sistema de inspección fiscal, que reportará novedades importantes en los anquilosados cuerpos que integran dicho sistema.

Al reiterado anuncio de Francisco Fernández Ordóñez de incrementar en 2.000 plazas los cuerpos de gestión actualmente existentes, y cuya operación se llevaría a cabo en el plazo de tres años, el plan de reestructuración prevé un reordenamiento total que afectaría muy directamente a los altos cuerpos de inspectores, considerados como auténticos círculos privilegiados del Ministerio de Hacienda, y con gran incidencia en la política del Ministerio de Alcalá, 5.

Si la reestructuración, actualmente en marcha, llega a buen fin, el Ministerio de Hacienda presentaría a las Cortes para su aprobación un proyecto de ley que contemplaría, entre otros aspectos, la creación de un nuevo cuerpo que se denominaría Cuerpo de Inspectores de Hacienda, y que sería consecuencia de la fusión de los cuatro entes de más alto rango en materia fiscal: Inspectores Técnicos Fiscales del Estado, Intendentes de Hacienda, Ingenieros de Hacienda e Inspectores de Tributos.

En la actualidad, la plantilla de estos cuatro cuerpos alcanza un número próximo a 1.100, de los cuales menos de seiscientos mantienen funciones inspectoras, mientras que el resto ocupa cargos gerenciales en la propia Administración, o puestos más remunerativos en la empresa privada.

Como sea que algunos de estos cuerpos han sido de siempre reacios a una variación de su status, la Administración ha elegido el camino del pacto con sus representantes, y todo parece indicar que las contrapartidas que está dispuesta a ofrecer, en el caso de llevarse a cabo la fusión, pudieran ser las de conceder acceso a un reducido número de miembros del nuevo cuerpo a la inspección financiera de las empresas, la consideración de carrera administrativa, la implantación de tres categorías y el incremento de retribuciones, ya que uno de los factores más importantes en la marcha de los miembros de estos cuerpos hacia la empresa privada son las ofertas económicas que éstas hacen, y que triplican, en ocasiones, los salarios oficiales. Otro de los aspectos que llevaría emparejado la creación del nuevo cuerpo sería la incompatibilidad de cargos para los inspectores de Hacienda.

Una vez creado el nuevo cuerpo, el proyecto del Ministerio es aumentar, mediante oposición, el número de plazas hasta 1.200, con lo que se quedaría suficientemente reforzada la gestión inspectora de cara a las reformas que el Ministerio aspira a implantar en materia fiscal.

En el mismo orden de cosas, el Ministerio de Hacienda tiene en proyecto preparar, mediante unos cursillos especiales, un millar de técnicos de grado medio que tendrán tareas de investigación no demasiado profundas. Por otro lado, se aprovecharán a otro millar de miembros del cuerpo de gestión, creado por el anterior ministro, Eduardo Carriles, con lo que se alcanzará la cifra de 2.000 diplomados, que entrarían a prestar servicio en el plazo de año y medio.

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