Hungría y Checoslovaquia se unen a la URSS contra el eurocomunismo

La visita del secretario del Partido Comunista de España (PCE) a su homólogo rumano, Ceaucescu, en su residencia veraniega junto al mar Negro parece haber contribuido a definir un poco más las posiciones de algunos países del Este europeo respecto del eurocomunismo. Dos artículos publicados en los órganos de los partidos comunistas húngaro y checoslovaco son buenos índices de ello. La prensa de la República Federal de Alemania (RFA) sigue por otro lado con enorme atención y detalle estos debates. En ello la sospecha de una cierta schadenfreude (malignidad) no es Injustificada. La Repúbl...

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La visita del secretario del Partido Comunista de España (PCE) a su homólogo rumano, Ceaucescu, en su residencia veraniega junto al mar Negro parece haber contribuido a definir un poco más las posiciones de algunos países del Este europeo respecto del eurocomunismo. Dos artículos publicados en los órganos de los partidos comunistas húngaro y checoslovaco son buenos índices de ello. La prensa de la República Federal de Alemania (RFA) sigue por otro lado con enorme atención y detalle estos debates. En ello la sospecha de una cierta schadenfreude (malignidad) no es Injustificada. La República Democrática Alemana (RDA) se encierra por el contrario en un absoluto mutismo. Después de la reproducción, sin comentarios, del ya famoso artículo de Tiempos Nuevos, la ignorancia de la respuesta del PCE se ha extendido a todas las fases posteriores del debate, en el Oeste tanto como en el Este.Hungría, que había evitado cuidadosamente alinearse en uno de los campos durante lo más fuerte de los ataques, parece estar realizando un cambio progresivo en la actualidad. El secretario general del Partido Comunista húngaro ha visitado a Brejnev en Crimea. En el comunicado final del encuentro se enumera como uno de los ternas tratados «el desarrollo de los movimientos comunista y obrero». Reafirmando la validez de los acuerdos tomados en la Conferencia de Berlín, hace un año, el comunicado habla, al fin, «del significado de un reforzamiento de la solidaridad internacionalista». Simultáneamente, el órgano del partido húngaro, Nepszabadsag, publicaba un artículo, reproducido inmediatamente en el Pravda soviético, del responsable del departamento exterior del Comité Central, Berecz, que apartándose de los tonos conciliadores habituales del primer secretario, Kadar, habla por primera vez, refiriéndose al eurocomunismo, de un «invento de la burguesía».

El órgano del partido checo, Rude Pravo, ha vuelto a sacar la artillería pesada el pasado fin de semana precisamente. Los ataques violentos contra Carrillo valen, nominalmente sin embargo, para todo el eurocomunismo. Reprochando al secretario del, PCE haber olvidado quién ayudó a los comunistas españoles durante la guerra civil, el diario checo se pregunta cómo se pueden explicar los «gestos afirmativos» del español ante la insinuación «provocadora» de la televisión francesa, en el curso de una entrevista, sobre si los enemigos de los comunistas españoles se encuentran en el campo donde el socialismo está en el poder, en lugar del ámbito imperialista. Para Rude Pravo, son los imperialistas quienes intentan separar a los partidos occidentales de sus aliados del Estel, y ésta es Ia razón del «cambio» en la actitud del presidente Carter en relación con los partidos comunistas occidentales.

Con el título «ayuda para Carrillo», el diario Frankfurter Allgemeine (próximo a los círculos económicos) incluyó ayer un comentario sobre la visita del secretario general del Partido Comunista español a Rumania.

El diario señaló que tras los ataques contra el comunismo soviético, Carrillo ha sido dejado en solitario frente a Moscú, tanto por el Partido Comunista francés, como por el italiano.

Añadió que en estas circunstancias era lógico que Carrillo haya tenido que ir a Rumania a «buscar consuelo» en Ceaucescu. «No es que el Partido Comunista rumano -escribe el diario- sea más liberal ni más democrático que el soviético, pero el partido de Ceaucescu no se ha doblegado nunca ante Moscú.»

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