Los toros, en los programas culturales de RTVE

También la tauromaquia es cultura. Acaso no el hecho taurino en sí, no la corrida, aunque lo es por la lidia de cada toro, la cual se estructura en tercios; por las suertes que en cada uno de ellos es posible ejecutar; por el toro, fruto de la selección característica de la ganadería de bravo. Pues todo ello, lidia, tercios, suertes, toro bravo, resultarían inconcebibles e irreconocibles si no fueran el resultado de una acción inteligente que se ha producido durante siglos; fruto de la dinámica que es la fiesta misma, la cual tiene significado, vive, por el fondo de conocimientos que la config...

También la tauromaquia es cultura. Acaso no el hecho taurino en sí, no la corrida, aunque lo es por la lidia de cada toro, la cual se estructura en tercios; por las suertes que en cada uno de ellos es posible ejecutar; por el toro, fruto de la selección característica de la ganadería de bravo. Pues todo ello, lidia, tercios, suertes, toro bravo, resultarían inconcebibles e irreconocibles si no fueran el resultado de una acción inteligente que se ha producido durante siglos; fruto de la dinámica que es la fiesta misma, la cual tiene significado, vive, por el fondo de conocimientos que la configuran, y que están en continua renovación.De manera que hay un claro tratamiento cultural de la tauromaquia. En RTVE, por ejemplo, se ha hecho muy poco en este sentido. Recordamos, con verdadero regusto, aquel programa de Antonio Gala, Pedro Romero, que fue una joya en su especie. Se lo recordábamos a Miguel Angel Toledano, en la actualidad subdirector de Programas Culturales de RTVE. Quizá Toledano se asombrará de que nuestra breve conversación, durante su visita a la redacción de EL PAIS, tenga reflejo casi inmediato aquí. Por la boca muere el pez, ¿verdad? Bueno, pero también por la boca come. Es ahora momento de comida porque hay buenos platos. Esos buenos platos son dos buenas noticias que nos dio, al paso: una, el proyecto que hay en RTVE de preparar una serie de tauromaquias; las tauromaquias de los más caracterizados toreros. (Una advertencia, si se nos permite: las figuras, los fenómenos, ni tuvieron ni tienen tauromaquia, aunque les aureole el éxito; sólo los maestros tienen su tauromaquia, y no hay tantos, como pudiera imaginarse, en la historia del toreo; poquísimos, en los últimos cuarenta años). Otra, que a la subdirección de Programas Culturales le interesa el tema de los toros, y lo abordará, a través del prisma que es propio del departamento. Si hay medios y espacio para ello, he aquí una tarea amplia e intensa a realizar. El gran fondo documental filmado que debería existir y no existe sobre la fiesta de toros (tan azotada de tópicos, tan embadurnada de triunfalismos y, paradójicamente, tan poco asistida) podría ser el resultado final de una serie de programas sobre la cuestión, si se conciben con talento.

Nos gustaría que fuera así. Toledano, un veterano del medio, siempre abierto a todo tipo de ideas -por experiencia lo sabemos- y creemos que también aficionado a los toros, puede hacerlo.