Un enclave de gran importancia estratégica

Las Seychelles, un archipiélago de 92 islas, de las que sólo 46 están habitadas de manera permanente, constituyen un enclave estratégico de primera importancia en el océano Indico, por su situación en plena ruta del petróleo por la cual es transportado el «oro negro» desde los países productores del Oriente Próximo, hacia los países industrializados, bordeando el continente africano.Desde el punto de vista militar, las islas ocupan también una posición privilegiada para el control de océano Indico. Sus aguas son surcadas por navíos de guerra de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Australia,...

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Las Seychelles, un archipiélago de 92 islas, de las que sólo 46 están habitadas de manera permanente, constituyen un enclave estratégico de primera importancia en el océano Indico, por su situación en plena ruta del petróleo por la cual es transportado el «oro negro» desde los países productores del Oriente Próximo, hacia los países industrializados, bordeando el continente africano.Desde el punto de vista militar, las islas ocupan también una posición privilegiada para el control de océano Indico. Sus aguas son surcadas por navíos de guerra de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Australia, Irán, India, Pakistán, etcétera... Consciente de este valor, Gran Bretaña, potencia colonial en las islas hasta el 28 de junio de 1976 (fecha de la independencia) apartó en 1965 de la Administración de las Seychelles las islas Aldabra, Farquhar y Desroches, para formar con ellas el Territorio Británico del océano Indico, junto con la isla de Diego García. A la vez, Londres concertó un acuerdo con Estados Unidos para que este último Estado utilizase esas islas con fines miritares. Precisamente la isla de Diego García es el centro clave de la estrategia militar norteamericana en el océano Indico.

El Partido de Unidad Popular, al que pertenece Albert René, protagonista del golpe de estado, ha venido solicitando la devolución de las tres pequeñas islas a la república de Seychelles. El citado partido, de carácter socialista, postula el no alineamiento del joven Estado. Aunque el presidente derrocado ha acusado a la Unión Soviética de estar detrás del golpe, los observadores occidentales temen que un giro a la izquierda en el aréhipiélago se traduzca en algún tipo de acercamiento a Moscú que permita a los soviéticos arnpliar su zona de influencia en el Indico, uniendo así las Seychelles a Estados como Mozambique, Magadascar, Somalia, Etiopía, Yemen del Sur, que jalonan la ruta del petróleo y en alguno de los cuales su flota goza de facilidades portuarias. Por el momento, un dato sobre el interés soviético en el archipiélago es su ofrecimiento para financiar y construir la industria pesquera de las Seychelles.

Estados Unidos, por su parte, cuenta con una estación de la NASA en la isla Mahé, la mayor del archipiélago, en la que trabajan doscientos técnicos civiles, asistidos por cinco militares. Sobre dicha estación recaen sospechas acerca de su misión, aventurándose que es un buen centro de observación y seguimiento de los movimientos de la flota soviética

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