Quinientos millones, última exigencia de los secuestradores

Acerca de la posibilidad de que el, Gobierno francés acceda a la extradición de «Apala», los refugiados deportados a la isla de Porquerolle han manifestado que la habían pedido para algunos de ellos en ocasiones anteriores y confiaban en que el Gobierno francés se negaría como lo había hecho antes. De todos modos, la situación irregular en la que se encontraba «Apala» y la gravedad de las acusaciones que hay contra él , pueden tener algún peso, aunque en última instancia se cree que la decisión final dependerá probablemente de la suerte que corra el señor De Ybarra.En todo, caso, la decisión d...

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Acerca de la posibilidad de que el, Gobierno francés acceda a la extradición de «Apala», los refugiados deportados a la isla de Porquerolle han manifestado que la habían pedido para algunos de ellos en ocasiones anteriores y confiaban en que el Gobierno francés se negaría como lo había hecho antes. De todos modos, la situación irregular en la que se encontraba «Apala» y la gravedad de las acusaciones que hay contra él , pueden tener algún peso, aunque en última instancia se cree que la decisión final dependerá probablemente de la suerte que corra el señor De Ybarra.En todo, caso, la decisión de solicitar la extradición de «Apala» en un momento en que el Gobierno español está extrañando a sus presos políticos, algunos de ellos implicados precisamente en la muerte de Berazadi, no parece demasiado congruente si no es para presionar por la libertad del secuestrado.

Sobre la marcha del secuestro hemos podido conocer que los comandos especiales de ETA han hecho ya llegar tres comunicados a la familia, de los cuales tan solo uno -la carta dirigida por el secuestrado a sus hijos- ha sido dado a conocer a la prensa y no íntegramente

Acerca de las condiciones del rescate, la oferta de la familia ha subido, según fuentes seguras, hasta cien millones de pesetas, al tiempo que las exigencias de los secuestradores estarían ya por debajo de los quinientos. Probablemente el acuerdo final podrá alcanzarse en torno a los doscientos millones, suma que, al parecer, la familia no puede rebasar en ningún caso.

Los propios secuestradores parecen haberse convencido de que dentro del clan «de los Ybarra» han tocado uno de sus flancos menos fuertes, por lo que en una de las dos últimas notas hacen expresa referencia a toda la familia y no exclusivamente a los hijos o hermanos del secuestrado. De este modo, con el respaldo de todo el clan, se justificaría por parte de los secuestradores su exigencia de quinientos millones.

La familia tenía, a finales de la semana pasada, dificultades para hacer llegar su segunda oferta -cien millones de pesetas-, a los secuestradores, y se desconoce si habrán llegado a establecer contacto a través del yerno que se encarga de la negociación, ;Gorko Ortúzar. La desbandada general registrada en el sur de Francia, desde la detención de «Apala», añade nuevas dificultades a esta negociación, ya que son muchos los refugiados que han cambiado de domicilio ante la presión policial, que se ha acentuado hasta el punto de que el pasado domingo efectivos de las compañías republicanas de seguridad ocuparon algunas zonas de Bayona, frecuentadas por los vascos, a quienes se exigía su identificación de manera sistemática.

Para complicar aún más el panorama, miembros de los comandos especiales aseguran en la zona de Hendaya, que se han unido a la rama militar de ETA, aunque la dirección de esta última no ha hecho ningún comentario al respecto. Ya la semana pasada se comentaba esta posible función, y se llegaba a decir que en el secuestro de Ybarra los «milis» estaban colaborando ya de alguna manera con estos comandos especiales.

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Por último, la noticia de la aparición de un cadáver mutilado en una playa de Biarritz ha conmocionado también algunos ambientes. De hecho el cadáver se encuentra en estado tan irreconocible que no es posible hacer ninguna conjetura. Se cree, que ha podido permanecer mes y medio en el agua, por lo que las mutilaciones que sufre parecen obedecer exclusivamente a la acción del mar y al choque contra las rocas. El cuerpo fue arrojado por las olas, el sábado, a la playa Milay.

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