"No hay correlación entre consumo de televisión y aumento de violencia"

James Halloran, investigador de la comunicación, en Madrid

«No existe correlación entre el consumó de televisión y el aumento de la violencia o la delincuencia en el mundo actual. Las raíces de la violencia hay que buscarlas en la frustración que producen las desigualdades y los malos tratos sociales. Todo lo más, los medios de comunicación de masas pueden añadir, sobre todo a través de la publicidad, frustración a la ya existente.»

El profesor James D. Halloran, director del Centro de Investigación de Comunicación de Masas de la Universidad de Leicester (Inglaterra), ha llegado a esta conclusión tras varios años de investigación sobre los efec...

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«No existe correlación entre el consumó de televisión y el aumento de la violencia o la delincuencia en el mundo actual. Las raíces de la violencia hay que buscarlas en la frustración que producen las desigualdades y los malos tratos sociales. Todo lo más, los medios de comunicación de masas pueden añadir, sobre todo a través de la publicidad, frustración a la ya existente.»

El profesor James D. Halloran, director del Centro de Investigación de Comunicación de Masas de la Universidad de Leicester (Inglaterra), ha llegado a esta conclusión tras varios años de investigación sobre los efectos de los medios, especialmente de televisión, tema sobre el que ha escrito libros como: Televisión y delincuencia, Los efectos de la televisión y Contenidos de los programas de televisión en Gran Bretaña con especial referencia a la violencia y al sexo. Ahora, en Madrid, invitado por el Instituto Oficial de Radiodifusión y Televisión, ha expuesto algunos de los resultados de sus estudios.«Carece de sentido -ha dicho el profesor Halloran- preguntarse por los efectos de la TV. La televisión es en nuestros días un chivo expiatorio incluso para algunos científicos. Se atribuye a la televisión la causa de todos los males para eludir la responsabilidad de los grupos sociales y de las personas. Esto es simplificar demasiado. Este fenómeno se ha producido a causa de la innovación tecnológica que ha supuesto la televisión en el mundo de las comunicaciones, que ha tenido como consecuencia una gran inestabilidad social.»

En la búsqueda de las causas de la violencia el señor Halloran ha explicado que, según sus propias investigaciones, la violencia presentada a través de los medios tiene muy poco que ver con la violencia de la vida real. El centro del escenario de la violencia no es el medio sino las personas violentas. Con ello el profesor Halloran no absuelve al medio (radio, TV) de su responsabilidad a la hora de presentar la violencia, ya que con relativa frecuencia estos medios son el vehículo de un bombardeo publicitario sobre determinados productos inalcanzables para ciertos grupos o personas que les produce una situación de desequilibrio y de agresividad.

Los medios, por otra parte, y especialmente la televisión, medio que se maneja con una gran oscuridad y frivolidad en beneficio de unos pocos que la controlan, distorsionan la esencia y calidad de la violencia, ya que la presentan como el centro de la noticia; «la mala noticia es la noticia». Estos valores negativos son la esencia del periodismo en la sociedad capitalista, enfatizan lo conflictivo pero no lo insertan en un contexto social.

Sin embargo, la violencia, que no es algo permanentern ente disfuncional, puede presentarse, en opinión del profesor Halloran, en los medios como un agente catalizador, como una fuerza cohesiva ante diferentes situaciones y en definitiva como un mecanismo de control social.

El hecho de que a veces los medios no presentan una visión real y conectada con su contexto de la violencia ha dado pie al profesor Halloran para criticar la acción de los profesionales de la información en su opinión, y a la vista de los resultados de sus estudios, se deduce que éstos no saben mucho de la naturaleza del proceso de comunicación ya que se dejan absorber rápidamente por la mitología del medio y de su profesión y caen rápidamente en las redes de la rutina. Con demasiada frecuencia no existe relación entre lo que el profesional considera buena información o buen medio y con la comunicación efectiva de lo que trasmite.

Para el profesor Halloran la acción de los profesionales de la información de televisión sólo puede entenderse -como explicaría a EL PAIS- si se considera este medio más que como un mensaje, como diría McLuhan, como un sistema político y social.

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