SAN ISIDRO 77: CUARTA CORRIDA DE FERIA

Ya lo decía el presidente

Cuando el cuarto toro entró en chiqueros en la mañana de ayer, coceó. «Malo», comentó el presidente de la corrida, Luis Gómez. «Yo he visto muchos, muchísimos apartados y he comprobado que cuando los bichos cojean tienen tendencia a la mansedumbre.» Ayer se vio la primera mansada de San Isidro.Según avanza la feria más se acuerda la afición de Andrés Vázquez y con más ansiedad espera los victorinos. Va a haber tiros para conseguir una entrada el lunés. Los toros de Antonio Méndez defraudaron y dieron lugar a los bostezos. Y claro, también a la prímera bronca, que fue dirigida a Antonio José Ga...

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Cuando el cuarto toro entró en chiqueros en la mañana de ayer, coceó. «Malo», comentó el presidente de la corrida, Luis Gómez. «Yo he visto muchos, muchísimos apartados y he comprobado que cuando los bichos cojean tienen tendencia a la mansedumbre.» Ayer se vio la primera mansada de San Isidro.Según avanza la feria más se acuerda la afición de Andrés Vázquez y con más ansiedad espera los victorinos. Va a haber tiros para conseguir una entrada el lunés. Los toros de Antonio Méndez defraudaron y dieron lugar a los bostezos. Y claro, también a la prímera bronca, que fue dirigida a Antonio José Galán. «Es que el tio es un plasta.» El de Bujalance rompió la media horaria de la corrida. Mira que iba bien, rapidita para acabar pronto y Galán empeñado en dar y dar pases sin lograrlo.

En Las Ventas los toros siguen siendo los principales protagonistas. «Anda, que si no llega a ser por los de la andanada del «ocho», a estas horas estaríamos viendo chivos.» Los de ayer, en líneas generales, no estuvieron muy mal, alguno ajustadito de trapío, pero mansos. Ahora, tampoco llegaban al extremo de los Palha el pasado año. El lote de Manzanares dio lugar a las sospechas. Su primero, sospechosamente romo; su segundo, devuelto a los corrales por cojo. Este era un buen ejemplar y por la mañana había pasado el reconocimiento satisfactoriamente. Le habían hecho correr, desplazarse y de cojo no tenía nada. Cuando salió el sobrero, éste no se parecía en nada al sospechosamente cojo; recogidito de cabeza, de cómodas defensas yjusto trapío.

Manzanares se llevó su orejita. Para algunos tan inmerecida como la de Julio Robles en la víspera. Ambos vestían de tabaco. Va a haber que pensar que va a ser el color de la feria. Y para hoy se prevé el primer lleno. El cartel se lo merece. Luego, quizá todo dependa del color de los trajes.

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