Sobornos Lockheed: el ParIamento italiano emite mañana veredicto

El Parlamento italiano sigue debatiendo hoy sobre el escándalo Lockheed. El «gran proceso», iniciado el jueves pasado, concluirá pasado mañana. Quienes esperaban una gran «semana de pasión», con graves repercusiones sobre el Gobierno, o los funerales de un corrompido régimen hegemónico de la Democracia Cristiana están sufriendo una decepción.Está claro que los grandes partidos del sistema, comunistas y democristianos, a pesar de no escatimarse los golpes, no quieren procesar al régimen.

Los más batalladores, los radicales, trataron de extender la instrucción del sumario al presidente...

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El Parlamento italiano sigue debatiendo hoy sobre el escándalo Lockheed. El «gran proceso», iniciado el jueves pasado, concluirá pasado mañana. Quienes esperaban una gran «semana de pasión», con graves repercusiones sobre el Gobierno, o los funerales de un corrompido régimen hegemónico de la Democracia Cristiana están sufriendo una decepción.Está claro que los grandes partidos del sistema, comunistas y democristianos, a pesar de no escatimarse los golpes, no quieren procesar al régimen.

Los más batalladores, los radicales, trataron de extender la instrucción del sumario al presidente de la República, Giovanni Leone, quien, «por deber patriótico y republicano, habría tenido que dimitir no una, sino varias veces». Su líder, Marco Pannella, se proponía recoger cincuenta firmas de parlamentarios para lograr su objetivo y se dijo que contaba con el apoyo de los socialdemócratas, pero no fue así. De todos modos, a título personal, el vicepresidente del grupo liberal, senador Costa, escribió ayer una carta al presiden te del Senado, Fanfani, recalcando la necesidad de «claridad, para disipar sospechas, dudas y perplejidades» sobre la más alta magistratura de la República. Hoy, sobre el papel, los ex ministros Gui y Tanassi podrán ser procesados por el tribunal constitucional por sólo catorce votos. Defienden su inocencia, o sus buenas intenciones, sus partidos: la Socialdemocracia, por Tanassi; y la Democracia Cristiana, por Gui. El partido Democracia Nacional apoya sólo a Gui. Pero, en la votación que comenzará mañana por la tarde y durará veinticuatro horas consecutivas, se espera que cuente mucho el secreto de conciencia y las presiones personales. Hoy, martes, el ex presidente de la República, Giusseppe Saragat, defiende a Tanassi y cierra el debate el democristiano Aldo Moro.

Moro hablará mañana, después de una pausa de reflexión, durante la que un avión militar traerá de Estrasburgo a 41 diputados y senadores, que mañana votarán en el Parlamento Europeo.

El escándalo Lockheed ha purificado, más que resquebrajado, al Partido Socialista. Su secretario, Bettino Craxi, dijo ayer que «el Gobierno Andreotti es transitorio y provisional» y que su partido sigue, buscando la alternativa de izquierda, y por tanto, sigue diciendo no a la invitación que el senador Amintore Fanfani les dirigió días pasados para que vuelvan a asociarse con la Democracia Cristiana.

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