Manifestaciones campesinas contra la actual situación económica

«No queremos que suban los precios de los Productos agrícolas; queremos una coordinación con todos los trabajadores y con los consumidores en general, y que el Gobierno controle a los intermediarios, que son los verdaderos beneficiados en esta situación. En estos momentos, el sindicato vertical no nos sirve para nada. No queremos saber nada ni con Mombiedro, presidente de la Hermandad Nacional de Labradores y Ganaderos, ni con Ballarín, de la Alianza Regional Agraria. Queremos nuestro propio sindicato campesino.» Estas declaraciones sorresponden a los campesinos, que con casi 4.000 tractores ...

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«No queremos que suban los precios de los Productos agrícolas; queremos una coordinación con todos los trabajadores y con los consumidores en general, y que el Gobierno controle a los intermediarios, que son los verdaderos beneficiados en esta situación. En estos momentos, el sindicato vertical no nos sirve para nada. No queremos saber nada ni con Mombiedro, presidente de la Hermandad Nacional de Labradores y Ganaderos, ni con Ballarín, de la Alianza Regional Agraria. Queremos nuestro propio sindicato campesino.» Estas declaraciones sorresponden a los campesinos, que con casi 4.000 tractores se encuentran concentrados, desde primeras horas de ayer, en Santo Domingo de la Calza da (Logroño). Los campesinos provienen de más de sesenta pueblos de la zona -Rioja alta- y ocupan con los cerca de veinte, kilómetros de la carretera desde Nájera a Santo Domingo. Algunos pueblos. (Briñas, San Vicente, Avalos) han quedado bloqueados por la Guardia Civil para impedir que aumente la concentración. Los campesinos piensan permanecer en la actual situación hasta que, por parte del Ministerio de Agricultura y de Presidencia del Gobierno, se dé una respuesta satisfactoria a todos sus problemas: «Permaneceremos aquí hasta que las mujeres nos pidan volver. Perdemos más trabajando.» Las causas más cercanas que han conducido a la actual situación son fundamentalmente, la política oficial de precios, la prohibición de asambleas para estudiar la situación y el problema de la Seguridad Social. Los agricultores piensan que «si se hubiera acordado en septiembre, cuando se fue a ver al secretario de la Hermandad Nacional, señor Comendador, la exportación del 3 % de la producción de patata, ahora no estaríamos en esta situación.

Entonces se nos dijo que no había suficiente producción. Luego, cuando se ha dejado libre la exportación, los precios han bajado escandalosamente. Estamos alimentando casi gratis al extranjero ». Respecto a los precios, los camplésinos piden -que se adopten- precios de intervención por parte del Gobierno: «Nos dicen que el FORPPA no tiene dinero para comprar las patatas, pero vemos que sí lo tiene -5.000 millones de pesetas- para el azúcar cubano.» Con respecto a la Seguridad Social, los agricultores se quejan de la política de exclusión «discriminatoria y vergonzosa» con respecto alsector rural.

Un documento elaborado por los propios campesinos rioja nos recoge los puntos y reivindicaciones fundam-entales en estos momentos; libertad de reunión y de organización para el sindicato campesino; Seguridad Social completa, igual para todos y con una única categoría, ambulatorios y asistencia médica adecuada en las cabe ceras de comarca; instalaciones escolares suficientes a nivel de enseñanza media y profesional; precio para el trigo de 14,50 pe setas/kilo; para la cebada, once pesetas; para la avena, once pesetas; para la remolacha, un centró de recepción en Nájera; que los contratos se hagan antes de sembrar y que se especifique el precio de la remolacha; que el cartón de fábrica sea cheque para cobrar; precio para la le che entre 17,12 y veinte pesetas/litro; para el vino, se rechaza el actual consejo regulador por estar controlado por grandes monopolios, y se propone un consejo regulador controlado y dirigido por los agricultores; para el cerdo, 92,09 pesetas /kilo en vivo y 110 pesetas en canal; para la ternera añojo, 120 pesetas en vivo; para el cordero de veintiocho a treinta kilogramos, 125 pesetas en vivo; para las patatas, intervención por parte de la Administración al precio de 8, 10 pesetas el de febrero y 8,40 en marzo.

Un factor más de protesta de los agricultores riojanos se refiere a la política de expropiaciones que se está llevando en la zona para construir la autopista del Ebro.

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