La democracia cristiana española, a favor de que el Estado reconozca el divorcio

El pasado sábado, 12 de febrero, EL PAIS dedicó una página al tema del divorcio como consecuencia de un documento eclesiástico firmado por el arzobispo de Valladolid, monseñor Delicado, y los obispos de Ciudad Rodrigo, Salamanca, Segovia, Zamora y Avila, monseñores Mansilla, Rubio, Palenzuela, Briva y Fernández, respectivamente, en el que sé aludía a los males que ocasionaría una hipotética ley del Divorcio. En esta ocasión es el obispo de Orihuela-Alicante quien expone desde su perspectiva los males intrínsecos del divorcio. El informe Foessa de 1975, aporta: el dato cuantitativo de que el 7...

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El pasado sábado, 12 de febrero, EL PAIS dedicó una página al tema del divorcio como consecuencia de un documento eclesiástico firmado por el arzobispo de Valladolid, monseñor Delicado, y los obispos de Ciudad Rodrigo, Salamanca, Segovia, Zamora y Avila, monseñores Mansilla, Rubio, Palenzuela, Briva y Fernández, respectivamente, en el que sé aludía a los males que ocasionaría una hipotética ley del Divorcio. En esta ocasión es el obispo de Orihuela-Alicante quien expone desde su perspectiva los males intrínsecos del divorcio. El informe Foessa de 1975, aporta: el dato cuantitativo de que el 71 % de los españoles están predispuestos a la aceptación del divorcio en España.

Jaime Gil-Robles y Gil-Delgado, de la Federación Popular Democrática, partido - integran te del Equipo Demócrata Cristiano del Estado Español declaró a EL PAIS: «Este es un tema que el Equipo tiene solventado desde hace mucho tiempo, concretamente desde la celebración de las terceras jornadas del Equipo, celebradas en Madrid en enero de 1976. En aquella ocasión -y desde entonces no se ha modificado en absoluto el criterio de los cinco partidos que lo conformaban se aprobó una serie de puntos, entre los que se incluían el voto a los dieciocho años y, naturalmente, el tema del divorcio.»

En el dociumento final se decía que, una vez desaparecidas las normas vigentes represivas y que se establezca una situación de convivencia política pacífica que sirva de base a la apertura de un período constituyente, los cinco partidos sientan como principios políticos que deben de inspirar la futura Constitución del Estado español los siguientes. Se enumeraba, a continuación, una serie de libertades similares a las que conforman los derechos humanos y el apartado ñ, concretamente, hacía referencia expresa al tema: «El Estado reconocerá exclusivamente el matrimonio civil con posibilidad de divorcio». Naturalmente, añade el señor Gil-Robles y Gil-Delgado, aquella persona que desee casarse por la Iglesia aceptará las normas de indisolubilidad del matrimonio.

En aquellas mismas jornadas, el Equipo Demócrata Cristiano delEstado Español propugnaba también la libertad religiosa y la aconfesionalidad del Estado.

Todo parece indicar que en España la Democracia Cristiana no actuara a imagen y semejanza de sus colegas italianos que propugnaron la celebración de un referéndum nacional sobre el divorcio, realizado el 13 de mayo de 1974, y en el que,los partidarios del divorcio consiguieron el 59,1% de los votos.

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