Entierros de los abogados laboralistas

Santiago Carrillo permaneció algunos minutos en la capilla ardiente

A las tres y media de la tarde, Santiago Carrillo, acompañado del comité ejecutivo del Partido Comunista de España, llegó a la capilla ardiente instalada en la sala de la Inmaculada del Colegio de Abogados. El secretario general del PCE y demás dirigentes de dicho partido permanecieron algunos minutos ante los féretros. Durante ese tiempo quedó interrumpido el desfile de personas que pasaban ante los cadáveres. Posteriormente, el dirigente comunista se trasladó al despacho del señor Pedrol, decano del Colegio de Abogados, donde permaneció unos tres minutos.A la salida de la breve entrevista, e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A las tres y media de la tarde, Santiago Carrillo, acompañado del comité ejecutivo del Partido Comunista de España, llegó a la capilla ardiente instalada en la sala de la Inmaculada del Colegio de Abogados. El secretario general del PCE y demás dirigentes de dicho partido permanecieron algunos minutos ante los féretros. Durante ese tiempo quedó interrumpido el desfile de personas que pasaban ante los cadáveres. Posteriormente, el dirigente comunista se trasladó al despacho del señor Pedrol, decano del Colegio de Abogados, donde permaneció unos tres minutos.A la salida de la breve entrevista, el señor Carrillo declaró que «este atentado no debe frenar el proceso democrático. Opiniones como las dadas a este respecto por el teniente general Vallespín y las organizaciones políticas de la Oposición democrática hacen asegurar que el proceso democrático continuará». Añadió el dirigente comunista: «Creo que el golpe es un golpe de extrema derecha, que pretende, junto con el secuestro del presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, enfrentar al pueblo y al Ejército para paralizar el proceso democrático. Pero éstos se han dado cuenta de la trampa y no han caído ni caerán en ella.» Tras estas declaraciones, el señor Carrillo aguardó durante los minutos que faltaban para que se iniciase el cortejo fúnebre en una sala del Colegio de Abogados.

Más información

Posteriormente, una vez que el cortejo fúnebre tomó el camino del cementerio, el señor Carrillo volvió al Colegio de Abogados, donde un redactor de EL PAIS le hizo las siguientes preguntas:

-¿Qué le ha parecido el comportamiento de las miles de personas que han estado presentes en el duelo?

-Ha constituido una lección de serenidad, un ejemplo de cómo nuestro pueblo está por el mantenimiento de un orden para alcanzar la democracia.

-¿No teme por su vida?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

-Es un riesgo que hay que correr, pero si temiera por mi seguridad personal no estaría aquí. Soy un hombre amenazado, pero son gajes del oficio. El eliminarme a mí no significaría nada, sino producir aún mayor caos en el país.

Archivado En