La falta de soja incrementa los costes de las conservas

Portugal y Marruecos, los más directos competidores de las conservas de pesca gallegas, acapararían el mercado internacional en muy poco tiempo si persistiese la actitud del Ministerio de Comercio de no entregar aceite de soja a la industria conservera, según fuentes de este sector consultadas por EL PAIS.Al tener que utilizar aceite de oliva en sus elaboraciones, las conservas verían elevados sus costes en casi doscientas pesetas en caja de cien latas, lo que haría que las conservas no fueran competitivas.

El sector, a través de la Unión de Fabricantes de Conservas de Galicia, pretende...

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Portugal y Marruecos, los más directos competidores de las conservas de pesca gallegas, acapararían el mercado internacional en muy poco tiempo si persistiese la actitud del Ministerio de Comercio de no entregar aceite de soja a la industria conservera, según fuentes de este sector consultadas por EL PAIS.Al tener que utilizar aceite de oliva en sus elaboraciones, las conservas verían elevados sus costes en casi doscientas pesetas en caja de cien latas, lo que haría que las conservas no fueran competitivas.

El sector, a través de la Unión de Fabricantes de Conservas de Galicia, pretende mantener entrevistas con representantes de la Administración para poner de manifiesto el problema que se crea con esta medida, aun en el supuesto de que sea transitoria. En medios conserveros consideran ilógico que el aceite de soja producido en España se destine a la exportación, en algunos casos a precios más bajos que los del mercado nacional, con lo que se favorece a la industria conservera de Portugal y Marruecos.

Por otra parte, los conserveros gallegos están preocupados porque desde hace varios meses tienen dificultades para el suministro de túnidos, que representan tradicionalmente el 47% de la materia prima empleada. Por proteger a la flota nacional con créditos a la exportación, los túnidos se venden fuera, en tanto los procedentes de otras flotas abonan un derecho compensatorio de veinte pesetas en kilo. «Solamente caben dos soluciones -indican los conserveros-: que nos dejen importar sin ese derecho o que la propia flota nacional nos suministre los túnidos. Si seguimos así continuará bajando sensiblemente el de por sí escaso índice de utilización de la capacidad productiva del sector.»

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