Entrevista:

"Adiós Alicia", una historia sobre la represión cotidiana

Entrevista con Santiago San Miguel

Santiago San Miguel ejemplifica una de las constantes clásicas de las trayectorias vitales de los españoles de este siglo: la necesidad de la emigración para poder desarrollar una carrera profesional. un trabajo. En su caso es la dirección cinematográfica. Finalizó sus estudios en Madrid en 1964, a la vez que Pedro Olea. Víctor Erice y José Egea. Poco después decidió emigrar a Venezuela, en donde reside habitualmente. «Adiós Alicia es un largometraje realizado en coproducción hispanovenezolana —declaró a EL PAÍS— que se encuentra actualmente en la fase de montaje. Es una hi...

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Santiago San Miguel ejemplifica una de las constantes clásicas de las trayectorias vitales de los españoles de este siglo: la necesidad de la emigración para poder desarrollar una carrera profesional. un trabajo. En su caso es la dirección cinematográfica. Finalizó sus estudios en Madrid en 1964, a la vez que Pedro Olea. Víctor Erice y José Egea. Poco después decidió emigrar a Venezuela, en donde reside habitualmente. «Adiós Alicia es un largometraje realizado en coproducción hispanovenezolana —declaró a EL PAÍS— que se encuentra actualmente en la fase de montaje. Es una historia bastante antigua. El esqueleto lo escribí hace siete años. aproximadamente. A la hora de definirla podría decirse que es una historia de represión cotidiana a través del culto al pasado y a la muerte. Inicialmente. estaba situada su acción en el norte de España. concretamente en San Sebastián, que es de donde soy.»

«Supongo que de haberla realizado aquí tendría unas connotaciones distintas, aunque en España también se cultiva el amor al pasado y a la muerte. Creo, de todas maneras, que la historia se entenderá perfectamente aquí. pese a que la acción transcurra en los Andes. Hay que tener en cuenta que esa cordillera es el centro y eje de todas las comunidades más conservadoras y represivas de Latinoamérica: en general, y de Venezuela, en particular. Los grandes dictadores de este país son de origen andino.»

-¿Se puede hablar, pues, de una película política?

-«No. no. La película no es ni mucho menos. directamente política. Hablando convencionalmente. podríamos calificarla de "realismo fantástico", aunque la carga del entorno social está presente en la historia. Espero terminarla a finales de febrero y quiero resaltar que e la dirección de la misma ha cola Lico Pérez. venezolano, hijo de exiliados españoles que ya había colaborado conmigo en Todos y nadie, un largometraje, que creo es el primer trabajo colectivo, en régimen de cooperativa, que se produce en Latinoamérica.»

¿Qué es Todos y nadie?

-Es una reflexión muy particular sobre el teatro. La parte central del largometraje corre a cargo del grupo Odín Theatre, de Dinamarca, un grupo de teatro experimental escindido de otro que se guía la línea de Grotowski. Llevamos este grupo por el Amazonas arriba y los enfrentamos a una tribu primitiva, los Yanomami. El hecho puede parecer snob, pero lo cierto es que la tribu basa toda su comunicación en el gesto. algo que interesa enormemente a los del Odín Theatre. También filmamos el montaje de José Luis Gómez de Woyczek y esperamos que el actor sirva como nexo entre los diferentes fragmentos de la película.»

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