Exposición de homenaje a Xirinacs

Ayer se inauguró en la sede de la fundación Joan Miró de Barcelona una exposición de homenaje a Cataluña en torno a la persona de Lluis Maria Xirinaes, el sacerdote catalán que permanece desde el pasado 25 de noviembre de 1975 frente a la cárcel modelo de Barcelona en demanda de amnistía.La exposición estará abierta al público hasta el próximo 27 de enero y ha sido organizada por la Comisión Ciudadana pro Premio Nobel a Xirinacs. Paralelamente a la apertura d¿ la exposición, un grupo de artistas, entre los que se encuentran Miró, Tápies, y Díez Gil, entre otros, ha hecho un llamamiento ...

Ayer se inauguró en la sede de la fundación Joan Miró de Barcelona una exposición de homenaje a Cataluña en torno a la persona de Lluis Maria Xirinaes, el sacerdote catalán que permanece desde el pasado 25 de noviembre de 1975 frente a la cárcel modelo de Barcelona en demanda de amnistía.La exposición estará abierta al público hasta el próximo 27 de enero y ha sido organizada por la Comisión Ciudadana pro Premio Nobel a Xirinacs. Paralelamente a la apertura d¿ la exposición, un grupo de artistas, entre los que se encuentran Miró, Tápies, y Díez Gil, entre otros, ha hecho un llamamiento a los artistas catalanes presentando la muestra artística como un acto a favor de la «democracia sin exclusiones y amnistía sin restricciones».

Según la comisión organizadora, el hecho de haber escogido a Xirinacs como figura del homenaje se debe a su labor de proclamación incansable de la dignidad del hombre y de todos los pueblos, y de denuncia de cualquier violación de estos derechos. Rechazo de la pena de muerte y proclamación del valor inalienable de la vida humana. Defensa de las minorías étnicas y de las nacionalidades oprimidas. La utilización de formas no violentas en la promoción de una paz basada en la justicia.

La exposición reúne 101 obras plásticas -dibujos o pinturas sobre una cartulina normalizada- y literarias: composiciones sobre una hoja que presenta una caricatura de Xirinacs es el fondo.

Una vez clausurada la exposición, las obras serán llevadas a Montserrat e instaladas de forma permanente en el museo de la abadía. La comisión que ha organizado la exposición ha recibido una invitación de Noruega -país cuyo Parlamento discierne la adjudicación del premio Nobel de la Paz- con el fin de que pueda celebrarsé una muestra de las mismas características en el citado país.