El Mercado Común incerementa sus relaciones con Yugoslavia

Los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE discutirán el lunes aquí una nueva ayuda financiera, técnica y comercial para Yugoslavia, que cuenta ya con un acuerdo comercial con el Mercado Común desde 1970.Una visita a Belgrado, dentro de unas semanas, del presidente del Consejo de Ministros de la CEE, el holandés Max van Der Stoel y del presidente de la Comisión Europea, el francés, François-Xavier Ortolí, darán prueba de la atención política que los países de la CEE destinan a Yugoslavia.

La incógnita del post-titismo, en un país con desequilibrios regionales importantes entre sus se...

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Los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE discutirán el lunes aquí una nueva ayuda financiera, técnica y comercial para Yugoslavia, que cuenta ya con un acuerdo comercial con el Mercado Común desde 1970.Una visita a Belgrado, dentro de unas semanas, del presidente del Consejo de Ministros de la CEE, el holandés Max van Der Stoel y del presidente de la Comisión Europea, el francés, François-Xavier Ortolí, darán prueba de la atención política que los países de la CEE destinan a Yugoslavia.

La incógnita del post-titismo, en un país con desequilibrios regionales importantes entre sus seis Repúblicas federadas y dos regiones autónomas, levanta muchas incógnitas políticas en medios europeos de la CEE y atlánticos de la OTAN.Mantener ese equilibrio, después de la desaparición del mariscal Josip Broz Tito, parece ser el objetivo común entre Bruselas y Belgrado.

Desde un punto de vista militar, en medios de la OTAN con sede en la capital belga, no creen en una intervención militar soviética en Yugoslavia. Sería una operación con demasiados riesgos para la distensión Este-Oeste, además de sus consecuencias imprevisibles, en el plano interior, teniendo en cuenta el sistema de defensa masiva y popular con que cuentan los yugoslavos, añaden medios militares de la OTAN.

Una buena medida para evitar tal riesgo consistiría en acelerar, en la medida de los posible, la vinculación de Yugoslavia al campo occidental que controlan los países de la CEE.

Los yugoslavos se quejan de las ventajas comerciales que los nueve conceden a sus exportaciones, agrícolas e industriales. Una abertura en tal sentido, acompañada de créditos a bajo interés por parte del Banco Europeo de Inversiones, podría mejorar el clima. La CEE facilita actualmente cincuenta millones de dólares como crédito a la construcción de autopistas que atravesarán todo el país, desde Trieste hasta Grecia.

Una ampliación del actual acuerdo en los sectores de cooperación técnica y social (hay un millón de trabajadores yugoslavos en países de la CEE) podría ,ser un paso más de la CEE en dirección de Belgrado.

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