Sin alardes militares, la URSS conmemoró la revolución de 1917

En el desfile militar realizado el domingo en Moscú para conmemorar el 59 aniversario de la revolución bolchevique, el ejército soviético ha vuelto a excluir de la parada los grandes misiles intercontinentales, y los dirigentes políticos del país han insistido también, igual que el año pasado, en su política en favor de la «detente».

El desfile, efectuado en la plaza Roja de Moscú, fue prácticamente idéntico al de 1975, con el cual se rompió, en materia de demostración de poderío militar, una tradición de quince años, durante los cuales la URSS había presentado siempre en estos desfile...

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En el desfile militar realizado el domingo en Moscú para conmemorar el 59 aniversario de la revolución bolchevique, el ejército soviético ha vuelto a excluir de la parada los grandes misiles intercontinentales, y los dirigentes políticos del país han insistido también, igual que el año pasado, en su política en favor de la «detente».

El desfile, efectuado en la plaza Roja de Moscú, fue prácticamente idéntico al de 1975, con el cual se rompió, en materia de demostración de poderío militar, una tradición de quince años, durante los cuales la URSS había presentado siempre en estos desfiles su armamento más potente.Los 150 vehículos que pasaron frente al mausoleo de Lenin, ante el palco ocupado por Leónidas Brejnev y los principales dirigentes soviéticos, transportaron solamente diez misiles y cohetes antiaéreos, el mayor de los cuales fue el SS-12 Scalebor (tierra-tierra), con un alcance que oscila entre las 450 y las quinientas millas.

Antes de 1975, en estos desfiles intervinieron siempre trescientos vehículos. El año pasado, al observarse la disminución, se especuló con la posibilidád de que las autoridades intentaran mostrar así su espíritu de «detente» y su deseo de llevar adelante los acuerdos sobre seguridad y cooperación con el Oeste, firmados en Helsinki en agosto de 1975. Ahora, algunos diplomáticos occidentales han desarrollado otra teoría: se trataría de evitar -dicen- que el peso de los grandes tanques y misiles dañe demasiado el pavimento.

En vísperas de la festividad, portavoces oficiales del Gobierno manifestaron a funcionarios norteamericanos que aún desconocían la orientación que el nuevo presidente electo de Estados Unidos, James Carter, daría a su política exterior. Otro tanto expresaron en relación con China. El ministro de Defensa, mariscal Dimitri F. Ustinov, declaró que «es necesario» que su país «mantenga la vigilancia militar» de cara al «imperialismo» y reclamó la «continuación de la cooperación internacional».

Entretanto, la prensa soviética no había considerado hasta ayer digno de publicación el telegrama protocolario que la Comisión Permanente de la Asamblea Popular y el Consejo de Estado (jefatura colectiva del Estado) de China Popular han enviado al Soviet Supremo y al Gobierno de la URSS con ocasión del aniversario de la revolución.

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