Soledad Bravo regresa a Venezuela

"Asumo el compromiso político con mayor madurez"

Anoche, Soledad Bravo actuó por última vez ante el público madrileño. Antes de que venza la prórroga que obtuvo su orden de expulsión emprenderá regreso a Venezuela; reposo y reflexión tras cinco meses de ausencia, su experiencia española.

Vino Soledad cabalgando entre la América viva, sentida a flor de piel y canto, y la España teñida de ajenas nostalgias entrevista en precoces lecturas de poetas: «Desde los doce años conozco a los poetas de la generación del veintisiete; a Salinas, Cernuda. Pero sobre todo a Machado. Mi padre, maestro y exilado por no poder ejercer al sa...

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Anoche, Soledad Bravo actuó por última vez ante el público madrileño. Antes de que venza la prórroga que obtuvo su orden de expulsión emprenderá regreso a Venezuela; reposo y reflexión tras cinco meses de ausencia, su experiencia española.

Vino Soledad cabalgando entre la América viva, sentida a flor de piel y canto, y la España teñida de ajenas nostalgias entrevista en precoces lecturas de poetas: «Desde los doce años conozco a los poetas de la generación del veintisiete; a Salinas, Cernuda. Pero sobre todo a Machado. Mi padre, maestro y exilado por no poder ejercer al salir de la cárcel, tenía una vocación neta de pedagogo y, lector incansable de todo lo que se relacionara con España, me transmitió todo el bagaje cultural que poseía.»Ahora, después de su «agitada» estancia entre nosotros, lo que era imagen presentida de España ha adquirido dimensión de plena realidad. Pero Soledad se abstiene de hacer comentarios sobre política española: «Me podría pasar como a aquél periódico bogotano que refiriéndose al viaje de los Reyes de España decía que iban acompañados de Marcelino Camacho.»

Soledad comenzó a cantar -«me inicié con unos textos de García Lorca»- en el Teatro Experimental de Arquitectura. «Estaba entonces muy metida en actividades políticas. Tenía diez años menos y además la Universidad Central, donde yo estudiaba Letras, era una de las más politizadas del país, incluso de toda Sudamérica. Ahora el compromiso político lo asumo de otra manera, desde otras perspectivas y supongo que con mayor madurez.»

La canción es el vehículo y la expresión de la inquietud que Soledad manifiesta cuando espontáneamente dice: «Por Chile y Cuba me partiría el culo. Son las dos cosas que más me interesan en estos momentos.»

No es extraño que su último disco lo dedique en gran parte a la Trova cubana, la canción popular que más próxima se encuentra a la realidad del pueblo.

«En cada pueblo, en cada barrio, hay una Casa de la Troba, donde la gente se sienta a tocar sus, instrumentos. Improvisan libremente o interpretan las canciones de los ídolos del movimiento; Milanés, Silvio Rodríguez, Noel Nicola ... »

-En los demás países de Latinoamérica, ¿se dan movimientos musicales coherentes?

-Aparte de los movimientos de música chilena y brasileña, se dan, como fenómenos extraños, la canción portorriqueña en la isla y en Estados Unidos surgida en torno a la marginación del chicano.

-¿Qué características específicas tiene el folklore venezolano que tus canciones han contribuido a recuperar?

-Sus características son resultado de una triple influencia -indígena, negra y española- que es común en toda el área del Caribe, pero diferente con respecto a los países del sur, donde el segundo ingrediente falta.

-¿Existe un vínculo y objetivo común para los protagonistas de la canción latinoamericana?

-Yo creo que en cada grupo y en cada cantor está la idea de la unidad del continente, y existe en todos nosotros -los que nos consideramos en cierta manera hijos de la gran Violeta Parra- una identificación afectiva e ideológica con el problema chileno.

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