Exposición sobre edificios madrileños en peligro

El Colegio de Arquitectos de Madrid ha abierto al público una exposición sobre una serie de edificios y conjuntos arquitectónicos madrileños en peligro de desaparición. Aparte del Viaducto, respecto al que se explica sus antecedentes, su situación actual, y los proyectos presentados en el Ayuntamiento para sustituirle, todos los demás casos expuestos podrían dividirse en tres apartados: desaparecidos, en peligro y ejemplarmente restaurados o conservados.

Entre los desaparecidos se exponen la Puerta de San Vicente, construcción del siglo XVII. El Mercado de la Cebada, construido entre 18...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Colegio de Arquitectos de Madrid ha abierto al público una exposición sobre una serie de edificios y conjuntos arquitectónicos madrileños en peligro de desaparición. Aparte del Viaducto, respecto al que se explica sus antecedentes, su situación actual, y los proyectos presentados en el Ayuntamiento para sustituirle, todos los demás casos expuestos podrían dividirse en tres apartados: desaparecidos, en peligro y ejemplarmente restaurados o conservados.

Entre los desaparecidos se exponen la Puerta de San Vicente, construcción del siglo XVII. El Mercado de la Cebada, construido entre 1854 y 1866, a imitación de las Halles parisinas, primera construcción en España realizada en hierro y cristal, emplazado en el lugar que hoy ocupa la piscina municipal de La Latina. Los mercados de San Ildefonso y de Olavide. El conjunto de la plaza de Colón, dónde antes se levantaban la antigua Casa de la Moneda, la casa de viviendas de Emilio Rodríguez Ayuso y el palacio de Medinaceli.Se mencionan también varios pasajes que comunicaban entre sí calles cercanas (aunque no se dicen los nombres). El antiguo monasterio de religiosas fundado por Beatriz Galindo, y donde hoy se asienta un bloque, de oficinas comerciales, llamado precisamente Beatriz, y el templete situado en la Red de San Luis, que servía de acceso al metro de José Antonio, y que se tiró porque estorbaba.

A conservar

Con la consigna de detener el avance de la piqueta en su versión moderna -las famosas voladuras controladas- se relacionan, con sus correspondientes fotos y gráficos, los más importantes edificios madrileños en peligro a más o menos largo plazo. El puente de Toledo, la plaza de la Paja y su entorno (oficialmente se conoce como plaza del Marqués de Comillas), antigua plaza de la Villa en la Edad Media. El ábside, calificado como maravilloso, de la iglesia de San Andrés, que apareció a la luz justamente cuando se derribó ésta. La popular Fuentecilla, fuente de caño abierto situada cerca de la calle Toledo. El Observatorio, en lo alto del cerrillo de San Blas, obra de Juan de Villanueva. Toda una serie de fachadas de bloques de viviendas, cuya ornamentación se recomendó en el siglo pasado por la Dirección General de Arquitectura, como la del edificio del Conde de Tepa, en la calle de San Sebastián. El palacio de Linares, en Cibeles, cuyo jardín está actualmente arruinado y ocupado por automóviles, o los cuarteles del Conde Duque y el Palacio de Liria.Dentro del capítulo de los «en peligro», destacan los edificios de uso público que no funcionan ahora por motivos diversos. Todos son grandes, situados en lugares céntricos y ocupan solares muy valiosos, por lo que se temen jugadas especulativas, y, de hecho, sobre varios de ellos ya se han producido rumores. Nos referimos a las Estaciones de Príncipe Pío, el antiguo Hospital de Atocha, el Hospital de Maudes, La Corrala, etcétera.

Ejemplos

La exposición incluye también algunas restauraciones que se consideran ejemplares. Se citan los jardines del Campo del Moro, bien cuidados por el Ayuntamiento, situados a espaldas del Palacio de Oriente, y hoy no abiertos al público, el mercado de San Miguel y el recientemente restaurado Palacio de Cristal del Retiro. Se mencionan también, el buen estado actual de varias construciones de ladrillo, de gran valor artístico, como son las escuelas Aguirre, la iglesia de Buena Dicha y el Seminario.El interés de la exposición no se ve acompañado por su presentación. Las diferentes construcciones están reflejadas en una sola foto, con lo que no se aprecian otras perspectivas, y se echa en falta datos explicativos de las mismas. En muchos casos no hemos podido adivinar dónde están situados actualmente, o dónde estuvieron antes de su desaparición, como ocurre con la Puerta de San Vicente, por ejemplo. Tampoco se da una mínima explicación de los estilos arquitectónicos que representan. A veces, ni siquiera el nombre del edificio está completo, y el público asistente no logra situar geográficamente. Esto, y la falta de un cierto análisis del porqué de la desaparición de unos y del peligro que corren otros, infunde a la exposición una cierta frialdad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En