Perú y la carrera de armamentos

Me es grato dirigirme a usted con motivo de la publicación en días pasados, en las páginas del diario que dignamente dirige de una información procedente de Washington, en la que se anuncia la compra a la Unión Soviética, por parte del Gobierno peruano, de 36 aviones caza-bombarderos, por un monto de 250 millones de dólares.Al respecto quiero hacer de su conocimiento que tal noticia no pasa de ser una conjetura aventurada, la cual tiende a distorsionar la imagen del Gobierno revolucionario del Perú, mostrándolo en una carrera armamentista, muy alejada, por cierto de la realidad.

Debo re...

Me es grato dirigirme a usted con motivo de la publicación en días pasados, en las páginas del diario que dignamente dirige de una información procedente de Washington, en la que se anuncia la compra a la Unión Soviética, por parte del Gobierno peruano, de 36 aviones caza-bombarderos, por un monto de 250 millones de dólares.Al respecto quiero hacer de su conocimiento que tal noticia no pasa de ser una conjetura aventurada, la cual tiende a distorsionar la imagen del Gobierno revolucionario del Perú, mostrándolo en una carrera armamentista, muy alejada, por cierto de la realidad.

Debo recordar en esta ocasión, que el Perú ha mantenido siempre una tradición pacifista, la misma que durante el presente proceso revolucionario ha sido motivo de especial énfasis, habiendo tomado mi Gobierno la iniciativa de hacer un llamado para lograr un acuerdo que lleve a la limitación de armamentos y al desarme de la región. Es así como el Perú fue el primero en proponer a nivel Pacto Andino- el estudio y la confección de un compromiso multilateral tendente a limitar la compra de armas, en función del desarrollo de los países miembros del Pacto. Esta política ha encontrado eco favorable, así pues, en la declaración de Ayacuchose consagra tal principio, suscrito por todos los países representados en la reunión de jefes de Estado con motivo del sesquicentenario de la batalla de Ayucucho, el 9 de diciembre de 1974.

El Gobierno revolucionario peruano lleva adelante, con absoluta independencia, su voluntad de transformación social en beneficio de las grandes mayorías del pueblo del Perú, y ello conlleva una limitación permanente en la adquisición de armamento y equipo militar, para poder dedicar tan importantes sumas al desarrollo.

(Embajador del Perú)