Exito de "Divinas palabras", en Barcelona

Anteayer la compañía de Nuria Espert presentó en el teatro griego de Barcelona la obra de Valle Inclán, Divinas Palabras. La expectación que había despertado el estreno se tradujo en una afluencia masiva de público, lo que obligó a los organizadores a prescindir del control de entradas, a fin de que no se produjeran avalanchas entre los casi 4.000 espectadores que desde una hora antes del inicio de la función se encontraban a la puerta del recinto.Las localidades se habían agotado varios días antes y sólo habían sido puestas a la venta las que preceptivamente deben ser despachadas horas...

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Anteayer la compañía de Nuria Espert presentó en el teatro griego de Barcelona la obra de Valle Inclán, Divinas Palabras. La expectación que había despertado el estreno se tradujo en una afluencia masiva de público, lo que obligó a los organizadores a prescindir del control de entradas, a fin de que no se produjeran avalanchas entre los casi 4.000 espectadores que desde una hora antes del inicio de la función se encontraban a la puerta del recinto.Las localidades se habían agotado varios días antes y sólo habían sido puestas a la venta las que preceptivamente deben ser despachadas horas antes de la función.

La representación se inició con media hora de retraso. La causa fue la tormenta caída sobre Barcelona durante toda la tarde, que retrasó notablemente el montaje de la obra.

El actor catalán Enric Major, dirigió la palabra a los asistentes en nombre de la Assemblea de Actors i Directors, con la pretensión de calmar los ánimos del público. Pidió disculpas por las deficiencias de tipo técnico, lo que originó algunos abucheos.

Durante la representación se produjeron algunos movimientos entre el público, debido a que el recinto estaba ocupado por encima de sus posibilidades. Sin embargo, predominó el silencio que hizo posible que la obra llegara con toda su fuerza a un público que indudablemente estaba identificado con su contenido. Este público aplaudió masivamente una frase en la cual se alude a la necesidad de que España "fuera republicana".

Al término de la representación, los aplausos fueron de larga duración y plenamente sentidos. Los actores, con Nuria Espert al frente, y visiblemente emocionados, fueron seis veces para que saludaran al público, puesto en pie. También fue requerida la presencia en el escenario del director del montaje, Víctor García.

Una vez retirados los actores del escenario, el público, en pie, guardó un minuto de silencio en recuerdo de José Javier Verdejo, militante de La Joven Guardia Roja muerto recientemente en Almería cuando efectuaba una "pintada".

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