Espionaje

Los planos del avión "Tornado", pudieron ser robados en Italia

Los planos secretos del «caza» supersónico «MRCA-Tornado», probablemente entregados a la Unión Soviética, según la policía federal alemana, podrían haber sido robados en las fábricas de «Aeritalia» en Caselle, en las afueras de Turin.

El matutino romano El Messagero, que publicaba ayer esta información. precisaba que se ha abierto una investigación para verificar esa hipótesis después que dos espías soviéticos fueran detenidos en Alemania Occidental, así como el general Jean Louis Jeanmarie, ex alto jefe del Estado Mayor del Ejército suizo.

Aunque en los medios oficial...

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Los planos secretos del «caza» supersónico «MRCA-Tornado», probablemente entregados a la Unión Soviética, según la policía federal alemana, podrían haber sido robados en las fábricas de «Aeritalia» en Caselle, en las afueras de Turin.

El matutino romano El Messagero, que publicaba ayer esta información. precisaba que se ha abierto una investigación para verificar esa hipótesis después que dos espías soviéticos fueran detenidos en Alemania Occidental, así como el general Jean Louis Jeanmarie, ex alto jefe del Estado Mayor del Ejército suizo.

Aunque en los medios oficiales italianos el silencio es absoluto, las investigaciones se han desplazado a Italia, con la participación en ellas del contraespionaje italiano y agentes secretos alemanes y británicos, ya que el «MRCA-Tornado» era un avión cuya construcción realizan conjuntamente los gobiernos de Roma, Bonn y Londres.

Las primeras pruebas del «caza» supersónico de geometría variable, que debería equipar en el futuro a las Fuerzas Aéreas de la OTAN, se llevaron a cabo, en efecto, en el aeropuerto turinés de Caselle.

Se añade que el ciudadano belga Valeriani Kuzniak, uno de los detenidos por este espectacular caso de espionaje, habría realizado últimamente numerosos viajes a Turín, aunque oficialmente éstos tenían relación con sus actividades de vendedor de automóviles.

Kuzniak, según los servicios secretos alemanes, era el encargado, con el general suizo Jeanmarie, de mantener los contactos con los agentes de la «KGB» soviética.

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