Cariñoso recibimiento a los Reyes en Santiago de Compostela

El alcalde de Santiago, Antonio Castro, ha pedido al Rey la concesión de un régimen administrativo especial para Galicia como región con problemas específicos. Precisamente la diferenciación gallega ha sido el aspecto más destacado de la primera jornada de don Juan Carlos y doña Sofía en la ciudad del Apóstol.Diferenciación que se advertía en las pancartas, en las que se presentaban ante las más altas personalidades del Estado diversas reivindicaciones, desde escuelas a puestos de trabajo, en lengua gallega. Diferenciación al aludir la primera autoridad santiaguesa a Otero Pedrayo, patriarca d...

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El alcalde de Santiago, Antonio Castro, ha pedido al Rey la concesión de un régimen administrativo especial para Galicia como región con problemas específicos. Precisamente la diferenciación gallega ha sido el aspecto más destacado de la primera jornada de don Juan Carlos y doña Sofía en la ciudad del Apóstol.Diferenciación que se advertía en las pancartas, en las que se presentaban ante las más altas personalidades del Estado diversas reivindicaciones, desde escuelas a puestos de trabajo, en lengua gallega. Diferenciación al aludir la primera autoridad santiaguesa a Otero Pedrayo, patriarca de las letras gallegas, recientemente fallecido y hasta hace poco tiempo olvidado por la Administración. Diferenciación, en fin, porque 25.000 gallegos de la comarca compostelana y de diversas poblaciones de la provincia escucharon por primera vez a un Rey que les hablaba en su lengua vernácula, con especial mención a un tema bien conocido de todos: la emigración.

Llegada de los Reyes

A las siete menos cinco de la tarde de ayer llegó al aeropuerto de Labacolla el avión Mystére en el que viajaban don Juan Carlos, el presidente del Gobierno, ministro del Aire y las Infantas Elena y Cristina. Tres minutos después en otro aparato similar llegaba la Reina acompañada del Príncipe Felipe y el jefe del Cuarto Militar señor Sánchez Galiano.

Acudieron a recibir a Sus Majestades los ministros de la Gobernación, Justicia, y Educación y Ciencia, que habían llegado por la mañana a la ciudad, así como autoridades regionales.

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En el aeropuerto más de 5.000 personas aclamaron a los Monarcas.

Gran espectación en el Obradoiro

Poco antes de las siete y media, cuando llegó a la plaza la comitiva real, eran aproximadamente 25.000 las personas concentradas, que prorrumpieron en vivas a los Reyes. Don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados del presidente y ministros del Gobierno saludaron a la Corporación municipal para ocupar seguidamente el balcón principal del palacio de Rajoy, que acoge a la Casa Consistorial.

En un breve parlamento el alcalde agradeció al Rey su presencia en Santiago para realizar la ofrenda al apóstol, lo que viene a reanudar tina tradición honrosa de la Corona, y anunció que al hablar de la cultura gallega utilizaría la lengua vernácula, observación que fue acogida con grandes aplausos. Señaló que Galicia tiene más problemas que los culturales y solicitó un régimen administrativo especial, en el marco de los principios que inspiran la política del Gobierno, para terminar dando vivas a Galicia, al Rey, y a España.

Recuperación de los emigrantes

Una gran salva de aplausos y vivas a los Reyes acogió las primeras palabras de don Juan Carlos que comenzó por recordar su vinculación a esta tierra. «Porque amamos a Galicia -dijo- estamos decididos a hacer un gran esfuerzo para su renovación y progreso. Esfuerzo que tiene que ser hecho entre todos. Con generosidad y con urgencia». Anunció que precisamente por ello quería conocer la realidad gallega en los próximos días. El Rey continuó hablando en lengua vernácula, para «facer chegar un saudo cheo d'agarimo a todos os galegos que dentro e fora da sua terra proban as altas virtudes d'unha raza que se fixo acreedora da estima xeral pola sua intelixencia, teima e cordialidade», aludiendo después a los emigrantes. «O Rei, e con el o seu goberno, non lle esquence e traballaran pra que se den as condicios que lles permitan a voltar a terra nai».

Con vivas a Galicia y a España, que fueron respondidos por el público, que dio también vivas al Rey, concluyó el acto. Los Monarcas recorrieron a pie el trayecto entre la Consistorial y el Hostal, recibiendo el homenaje del público y estrechando la mano a numerosas personas.

A partir de las 8.30 de la tarde se celebró una recepción, en la que saludaron a los Reyes en primer lugar, los alcaldes de las siete capitales del antiguo reino de Galicia, a los que siguieron autoridades y comisiones de las cuatro provincias. Después de un breve descanso los Reyes cenaron en privado y presenciaron la quema de la fachada de la catedral, fuegos de artificio de singular belleza que se organizan en la víspera del día de Santiago.

Hoy, a las 10.30 de la mañana, el Rey hará la ofrenda nacional al Apóstol y visitará el rectorado de la Universidad, en el Palacio de San Jerónimo.

Coincidiendo con la estancia de los Reyes en Santiago, un sector de la oposición gallega formado por los grupos nacionalistas menos transigentes, ha organizado el «Día da patria galega» que pretende celebrar, no obstante, haberse negado permiso para una manifestación legal. Ayer apareció gran cantidad de propaganda relacionada con esta fecha, cuya celebración ha sido auspiciada por la Asamblea Nacional Popular Galega (ANPG) y ha recibido el apoyo de los grupos que forman el Consello de Forzas Políticas Galegas. Al parecer la autoridad gubernativa está dispuesta a evitar cualquier intento de alteración de orden público y se ha rumoreado incluso, que habrá un estricto control en las carreteras de acceso a la ciudad, pero los nacionalistas no desisten de manifestarse en Compostela, cuyas calles aparecen con numerosísimas pintadas alusivas al «Día da patria galega».

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