Dan una semana de plazo a la constructora para que dialogue con los vecinos

Las comunidades de vecinos de Villafontana II en Móstoles celebraron asamblea autorizada para tomar una postura ante las deficiencias a que la constructora tiene sometida a la colonia.Setecientas personas discutieron sobre el estado de las puertas de entrada a los pisos, a las que calificaron de puertas de cartón, techos, paredes y suelos ondulados, paramentos de terrazas de material inflamable, materiales de muy baja calidad, ascensores precintados por la Delegación de Industria, ya que los fosos están inundados, filtraciones de agua en los garajes sin terminar y falta total de ilumina...

Las comunidades de vecinos de Villafontana II en Móstoles celebraron asamblea autorizada para tomar una postura ante las deficiencias a que la constructora tiene sometida a la colonia.Setecientas personas discutieron sobre el estado de las puertas de entrada a los pisos, a las que calificaron de puertas de cartón, techos, paredes y suelos ondulados, paramentos de terrazas de material inflamable, materiales de muy baja calidad, ascensores precintados por la Delegación de Industria, ya que los fosos están inundados, filtraciones de agua en los garajes sin terminar y falta total de iluminación en las calles de la urbanización.

Otro de los temas tratados fue el del polideportivo prometido por la constructora. Cuando los vecinos compraron sus pisos se les ofreció en la propaganda un gran complejo polideportivo del que se podría ser accionista por veinte o veinticinco mil pesetas. Diecisiete meses después de la entrega de los primeros pisos, el polideportivo se encuentra en construcción incipiente -y la constructora, a través de una empresa filial, pretende ahora vender acciones a 125.000 pesetas. Los vecinos consideran abusiva esta cantidad que supondría un desembolso total de todos los accionistas de 625 millones de pesetas por treinta mil metros cuadrados. También se reserva la empresa el derecho de administración, lo cual, en opinión de los asistentes a la asamblea, supondría un ingreso anual para los administradores de 60 millones de pesetas.

A la vista de esta situación, los asambleístas, respaldados por la Asociación de Cabezas de Familia de Móstoles, tomaron el acuerdo de no admitir el aumento del precio en las acciones del polideportivo y aceptar la cuota inicial de veinticinco mil pesetas. Resolvieron también proponer que la administración del complejo deportivo corriera a cargo de las comunidades de vecinos.

Por lo que se refiere al estado de las viviendas, acordaron exigir que las reparaciones de los defectos de construcción de las viviendas sean realizadas por la empresa. De estas deficiencias tienen ya conocimiento el Ministerio de la Vivienda, Ayuntamiento de Móstoles y la propia inmobiliaria.

Finalmente se acordó nombrar una comisión encargada de tramitar las soluciones de todos los problemas para lo cual se solicitó una reunión conjunta entre los vecinos, la Asociación de Cabezas de Familia y los responsables de la empresa constructora. Si en el plazo de una semana a partir de solicitar respuesta de la inmobiliaria, ésta no accede a la reunión, los vecinos, según expresaron, tomarán las medidas pertinentes para defender sus intereses.