Música ligera

Artistas en giras

Abril y agosto son los meses preferidos para las grandes giras internacionales de los artistas cuyos mercados se cuentan por continentes más que por países. La tournée, o la gira, es la institución máxima de la música ligera y marca la máxima popularidad de un artista, si exceptuamos las transmisiones televisivas internacionales, hasta ahora tan escasas, o limitadas a competiciones internacionales, que no cuentan. La magnitud de una gira, el número de ciudades recorridas, los precios de las localidades y el aforo de los locales pueden ser los elementos básicos de la ecuación de la fama....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Abril y agosto son los meses preferidos para las grandes giras internacionales de los artistas cuyos mercados se cuentan por continentes más que por países. La tournée, o la gira, es la institución máxima de la música ligera y marca la máxima popularidad de un artista, si exceptuamos las transmisiones televisivas internacionales, hasta ahora tan escasas, o limitadas a competiciones internacionales, que no cuentan. La magnitud de una gira, el número de ciudades recorridas, los precios de las localidades y el aforo de los locales pueden ser los elementos básicos de la ecuación de la fama.

Hacer las Américas

Hasta hace pocos años los únicos artistas nacionales que hacían giras internacionales eran los cantantes de ópera y los guitarristas de flamenco. Tanto en uno como en otro terreno, España ha gozado de una evidente primacía a muchos niveles, más justificada en el flamenco, pero mucho más valiosa en el terreno del bel canto.En nuestra música ligera hubo que esperar hasta los años sesenta en que el Dúo Dinámico comenzó a enloquecer jovencitas de América Latina. Su imagen fresca, desenfadada, de chicos que aún no habían hecho la mili, se vió contrastada con la dramática llegada de Raphael. La verdad es que el Dúo Dinámico había dejado el camino abierto para una figura de tan poderoso arrastre, tan barroca y tan derrochadora de pasión teatral como la de Raphael. Y él se apoderó del público latinoamericano durante años, gracias también a que no llegó a tener la competencia contrapuntística de Los Brincos, que sin duda habrían causado sensación por aquellas tierras convirtiéndose en los Beatles de habla hispana. Las giras de Raphael han tenido características raciales y especiales: recibimientos oficiales, visitas a presidentes y hasta salves multitudinarias. La llegada de Raphael a algún país en los finales de los años sesenta podía cambiar el giro de unas elecciones o incluso mantener un régimen en el poder. Y esto ha debido verse reflejado en los asombrosos ingresos económicos del andaluz, que, por supuesto, habrán repercutido en la etapa de progresos de nuestras divisas.

Tres por uno

El cambio del público latinoamericano, una nueva conciencia juvenil y, en definitiva, nuevos artistas españoles neutralizaron las sistemáticas copias que los países respectivos venían haciendo de Raphael. Y llegó Serrat. La verdad es que los cogió de sorpresa. Pero nadie se engañe: el impacto de Serrat, quizás con no tanto histerismo como el que acompañó al cantante andaluz, tuvo igual o más fuerza. Y no digamos nada del aspecto económico de la cuestión. Pues, si Gordillo (manager de Raphael) es un auténtico águila, Lasso de la Vega (manager de Serrat), siempre ha tenido fama de ser aún más duro y de exprimir realmente hasta el último dólar. Habría que hablar de Camilo, pero éste, en realidad, ha sido un simple paso hacia Julio Iglesias, cuya carrera ha seguido un camino totalmente distinto al de los anteriores. Julio ha conquistado primero el mercado europeo, en una extensión, y con una fuerza como ningún otro había hecho hasta ahora, incluyendo los éxitos de Donna Hightower y Miguel Ríos. Posteriormente se ha lanzado a América Latina y allí aparece ya como un ídolo de los setenta. Sin embargo, curiosamente, es al que más tiempo le ha costado triunfar y quizás el que menos dinero haya ganado por aquellas tierras, pero será de los que más ganen. Julio Iglesias es, hoy por hoy, con ambos mercados en sus manos, nuestro artista en giras más internacional.

¿Qué espera el mundo?

Si los Rolling Stones son realmente la sensación internacional de los últimos años, el mundo espera dos acontecimientos. Uno de ellos, improbable, como es la reunión de los Beatles, y el otro, más cercano, si se cuida su salud convenientemente, será la gira europea, y luego mundial, de Elvis Presley. El caso de este hombre es aparte. Toda la fama y el prestigio fue en el resto del mundo sólo a través del disco y del cine, porque hasta ahora sólo a ha actuado en territorio norteamericano, llegando hasta Hawai. En los últimos años Presley no para de actuar en Estados Unidos, rompiendo récords y récords de llenazos en los más grandes locales, pero todavía necesita un poco de moral más, curiosa timidez la suya, para lanzarse a la gran aventura de su primera gira mundial. Si esto ocurriera, se cerraría todo un ciclo de la música ligera. Y si se llevara a cabo la reunión de los Beatles se abriría un nuevo camino en el campo del entretenimiento y la comunicación, porque el fenómeno adquiriría en ambos terrenos una importancia tal que a partir de ese momento habría una nueva meta que alcanzar en el show bussines y todo habría que entenderlo y planteárselo de distinta forma.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En