"Que la paz no sea alterada en nuestra zona"

El vicepresidente primero del Gobierno, teniente general Fernando de Santiago, llegó ayer al mediodía a Rabat, para una visita de carácter privado, de cinco días de duración. A su llegada el general hizo votos por que «la paz no sea alterada en nuestra zona».El general español se entrevistará con el rey de Marruecos, Hassan II; con el jefe del Gobierno, Ahmed Osmán, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Laraki. El jueves, el teniente general De Santiago viajará a Fez y Marrakech.La visita del vicepresidente español para Asuntos de la Defensa estaba programada desde hace algún tiempo. Sin em...

El vicepresidente primero del Gobierno, teniente general Fernando de Santiago, llegó ayer al mediodía a Rabat, para una visita de carácter privado, de cinco días de duración. A su llegada el general hizo votos por que «la paz no sea alterada en nuestra zona».El general español se entrevistará con el rey de Marruecos, Hassan II; con el jefe del Gobierno, Ahmed Osmán, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Laraki. El jueves, el teniente general De Santiago viajará a Fez y Marrakech.La visita del vicepresidente español para Asuntos de la Defensa estaba programada desde hace algún tiempo. Sin embargo, ha coincidido con la agravación de la crisis del Sahara, donde se han intensificado los choques entre mauritanos y polisarios. Según medios bien informados de las islas Canarias, el Polisario habría amenazado a los trabajadores de Fos Bu-Craa, entre los que se encuentran numerosos españoles, y éstos habrían hecho saber a las autoridades marroquíes que sólo continuarían trabajando bajo la protección de fuerzas armadas españolas.

Al llegar a Rabat -según la Agencia Cifra-, el general De Santiago declaró que «geografia e historia, cultura y tradición nos unen. Nuestros pueblos tienen un destino histófico, que con sus profundas raíces en el pasado, es soporte de la vivencia del presente, que ha de ser contemplado con perspectiva de futuro. Presente y futuro que marroquíes y españoles hemos de vivir con fe y esperanza, colaborando sinceramente para que la paz, que es el mejor don de Dios, no sea alterada en nuestra zona, pues el, mundo vive momentos difíciles y las tensiones de todo tipo saltan casi a diario por doquier, constituyendo un verdadero reto a la libertad de los pueblos y a la imaginación de los gobernantes».