Indira Gandhi confirmará en Moscú la amistad India-URSS

La primer ministro de la India, Indira Gandhi, inició ayer una visita de cinco días a la Unión Soviética, con el fin de consolidar las relaciones de su país con su principal aliado dentro de las mayores potencias mundiales.

Se trata del primer viaje de Indira Gandhi fuera de la India, desde la proclamación del estado de emergencia en el país, hace justamente un año. Con aquella declaración la primer ministro impuso un nuevo cursó político en la India, al suspender los derechos civiles y detener a sus principales oponentes políticos.En la opinión de fuentes indias bien informadas y de ob...

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La primer ministro de la India, Indira Gandhi, inició ayer una visita de cinco días a la Unión Soviética, con el fin de consolidar las relaciones de su país con su principal aliado dentro de las mayores potencias mundiales.

Se trata del primer viaje de Indira Gandhi fuera de la India, desde la proclamación del estado de emergencia en el país, hace justamente un año. Con aquella declaración la primer ministro impuso un nuevo cursó político en la India, al suspender los derechos civiles y detener a sus principales oponentes políticos.En la opinión de fuentes indias bien informadas y de observadores diplomáticos, uno de los principales objetivos del viaje de Indira Gandhi a Moscú es asegurar a las autoridades soviéticas de que su reciente decisión de establecer relaciones con China no representa una amenaza contra la larga amistad entre la Unión Soviética y la India. Después de un paréntesis de quince años, NDIA Y China tienen previsto el intercambio de embajadores para los próximos meses.

«El establecimiento de nuevas amistades no supone el repudio de los viejos amigos», afirmó en un discurso, hace, unos días, Indira Gandhi. «Afortunadamente, el Gobierno y el pueblo soviéticos lo comprenden totalmente.»

El viaje de la dirigente de la India se produce en un momento en que una intensa actividad diplomática está cambiando algunos de los viejos esquemas vigentes en la región.

India y Pakistán, dejando a un lado su tradicional enemistad, han acordado reanudar relaciones diplomáticas y comerciales para el próximo mes. Mientras tanto, Pakistán y Bangla Desh, que fueron parte del mismo Estado hasta la guerra de secesión de hace cuatro años, han desarrollado unas crecientes y cordiales relaciones diplomáticas en los últimos seis meses.

La semana pasada el primer ministro pakistaní, Zulfikar Alí Bhutto, finalizó una visita de cinco días a China, con el objeto de probar que los tradicionales lazos de amistad entre los dos países no se habían debilitado por todas las maniobras diplomáticas citadas.

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Al mismo tiempo, el rey Birendra, del Nepal, un país que sostiene un cuidadoso tira y afloja diplomático entre China y la India, viajó a China para sostener conversaciones con el nuevo primer ministro de este país, Ha Kuo Feng.

En su viaje a la Unión Soviética, la señora Gandhi será acompañada de su familia y, concretamente, de su hijo Sanjay, de veintinueve años de edad, que se ha convertido en uno de sus principales consejeros durante los once meses de nuevo orden político indio.

Sanjay Gandhy, un típico businesman de Nueva Delhi, no ha ocultado sus antipatías en relación con el Partido Comunista de la India, afecto a Moscú, aliado parlamentario del Partido del Congreso, que preside su madre.

Por esa razón su decisión de hacer el viaje se interpreta como una concesión y se espera que las autoridades soviéticas aprovechen la ocasión para traérselo a su causa.

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