El presidente del Brasil, en Inglaterra

El presidente del Brasil, general Ernesto Geisel, concluyó ayer una visita oficial de cuatro días a Gran Bretaña y regresó por vía aérea a su país. En el aeropuerto fue despedido por la reina Isabel y por el duque de Edimburgo.A pesar de la oposición que la presencia de Geisel ha suscitado en ciertos medios políticos, los gobiernos de los dos países han llegado a sustanciosos acuerdos en el campo de la cooperación económica.

Entre estos acuerdos, figura uno por el cual el Gobierno británico concederá un crédito de cuarenta millones de dólares al Banco de Desarrollo del Brasil, a cambio ...

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El presidente del Brasil, general Ernesto Geisel, concluyó ayer una visita oficial de cuatro días a Gran Bretaña y regresó por vía aérea a su país. En el aeropuerto fue despedido por la reina Isabel y por el duque de Edimburgo.A pesar de la oposición que la presencia de Geisel ha suscitado en ciertos medios políticos, los gobiernos de los dos países han llegado a sustanciosos acuerdos en el campo de la cooperación económica.

Entre estos acuerdos, figura uno por el cual el Gobierno británico concederá un crédito de cuarenta millones de dólares al Banco de Desarrollo del Brasil, a cambio de lo cual Brasil comprará en Gran Bretaña material ferroviario por valor de mil millones de dólares.

La visita de Geisel ha sido contestada incluso por el arzobispo católico de Westminster, y futuro cardenal, monseñor Hume, quien en una carta dirigida al presidente brasileño, pidió que le asegurara personalmente que en su país no se practica la tortura y que se respetan los derechos humanos.

Durante su estancia, Geisel ha ignorado estas cuestiones, se ha reunido con hombres de negocios, ha conferenciado con el primer ministro, James Callagham, se ha alojado en el palacio de la reina y ha hablado, cuando no lo ha hecho en términos económicos, de la «calurosa acogida» que le dispensó la Gran Bretaña.

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